El martes 16 de junio de 2021 defendí mi Proyecto final del Ciclo Formativo Ciclo Formativo de Grado Superior de Iluminación, Captación y Tratamiento de la Imagen que he estado cursando durante los cursos 2012/20 y 2020/21.
El tema propuesto era: «IMPRESCINDIBLE». Yo escogí realizar el trabajo por medio de un proyecto fotográfico, que titulé: «El agua y Granada. El sonido del agua».
ENLACE PARA DESCARGAR LA MEMORIA DEL PROYECTO: https://drive.google.com/file/d/1WZQPqOTBlmUzbeJw-UnqXIb0o65gjxS5/view?usp=sharing
Este proyecto está dedicado, por tanto, a “EL AGUA”, sonido mágico que identifica a la ciudad de “GRANADA”, rumor predilecto del Reino nazarí que la ciudad ha hecho suyo.
El agua siempre se ha considerado un elemento fundamental en la vida. Todo ser humano la necesita para sobrevivir.
El agua inmóvil nos da un sentido de tranquilidad, y por otro lado el agua móvil nos da un sentido de energía y movimiento continuo.
Lo que pretendo presentar es la importancia vital del agua en la cultura de Granada. No se puede pensar en la cultura de Granada, o incluso de todo al-Ándalus, sin pensar en la presencia del agua. Podemos ver a través de toda la ciudad las raíces de las culturas musulmanas e incluso romanas y el valor que para ellos tenía el agua. Prueba de todo esto sería la cantidad de acequias, aljibes, fuentes, albercas, … repartidas por toda Granada, junto con la diversidad de vegetación que lleva aparejada y que no existiría sin toda esta agua.
Podemos afirmar que Granada es pura arquitectura del agua, un espectáculo teatral que tiene al agua como trama y como atrezo indiscutibles. Una ciudad entre dos ríos, el Genil y el Dauro o Darro (“…uno llanto y otro sangre…”, según García Lorca) y muy próxima a dos realidades insoslayables (la eterna presencia de nieve en las cumbres de Sierra Nevada y la proximidad a la costa del Mediterráneo) por fuerza tiene que sentir intensos vínculos con el agua. Y la larga presencia árabe, que en realidad fue la que determinó nuestra vocación hídrica, creó la magia que le dio forma definitiva.
La importancia del agua en Granada se debe tanto a algo sagrado, como utilitario y estético.
No se puede entender la ciudad de Granada sin el agua. A veces escondida en humildes acequias, otras bulliciosa en fuentes y pilares ornamentales. Su presencia inagotable hace del paseo por la ciudad una ruta inolvidable por espacios naturales e históricos, que nos hacen ver a Granada tal como es, alegre, fresca y sonora.
El agua de Granada supo cautivar a ilustres poetas, como Federico García Lorca, Azorín o Juan Ramón Jiménez, quienes dedicaron sus mejores versos a la ciudad y a su “agua oculta que llora”, como la definía Manuel Machado.
Aunque cada vez menos… el sonido de Granada siempre ha sido el rumor del agua.
Deja una respuesta