Por Carmen Nieto. Alumna del Máster.

La población cada vez se ha vuelto más exigente en cuanto a rendimiento deportivo. A consecuencia de esto, se han incrementado los estudios destinados a cubrir adecuadamente las necesidades nutricionales e hídricas en los deportistas. Tanto la hidratación como la alimentación, son esenciales para retrasar la fatiga muscular y aportar la energía suficiente a las células musculares. La prevención de la fatiga y el rendimiento muscular también dependen de diversos factores a parte de los nutricionales, como son los genéticos y constitucionales (más difíciles de modificar) y/o de estrategias psicológicas y motivacionales.

Los principales problemas registrados por especialistas en dietética del deporte son los siguientes: un aporte energético global inadecuado con dietas insuficientes o excesivas, el exceso de proteínas y lípidos, el aporte insuficiente de alimentos de origen vegetal y de fibra, la carencia de minerales especialmente calcio, zinc y hiero y vitaminas, como el complejo B, y un aporte inadecuado de agua.

A parte de mejorar las condiciones nutricionales de los deportistas, los profesionales implicados en el ámbito de la nutrición deportiva, deben hacer frente a ciertos hábitos que la población cree que aumentan el rendimiento, pero que en realidad pueden disminuirlo, como por ejemplo: el consumo de comprimidos de glucosa para aumentar la disponibilidad energética , esto puede agravar la deshidratación por su lenta absorción en el intestino y la mayor secreción de insulina, la cual interfiere en la glucosa disponible para la fibra muscular. Las dosis excesivas de sales, las dietas hiperproteicas especialmente en adolescentes, las comidas previas a la competición, causantes de sobrecargas digestivas, hepática y renal, el consumo de complementos vitamínicos, innecesarios si la dieta es correcta. El punto más importante es la ausencia de la personalización, con un seguimiento y dieta adaptados a las circunstancias individuales propias y al tipo de alimentos que el deportista suele ingerir.

Por tanto, podemos concluir con que la nutrición en el deporte es una tarea pluridisciplinaria, donde deben intervenir preparadores físicos, dietistas, y/o especialistas en nutrición, para un seguimiento y rendimiento optimo del deportista.

 

Bibliografía

Ramon Barbany, J. (2018) Alimentación para el deporte y salud. (1.ª ed.) Editorial Paidotribo.

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