Por Sara Lorenzo Maldonado. Alumna del máster.

Según un estudio de Tilman & Clark publicado en la revista Nature en 2014, las dietas no
omnívoras como la dieta mediterránea, la pescetariana y la vegetariana tienen índices de
incidencia de diabetes mellitus tipo II reducida entre 16-41% y de cáncer sobre un 7-13%. A su
vez, los índices de mortalidad de enfermedades coronarias en las personas que tienen estas dietas
son entre un 20 y un 26% más bajos que en las personas que tienen una dieta omnívora y las tasas
generales de todas las enfermedades combinadas fue entre un 0 y 18% más bajas. Estos índices
pueden deberse a que estas dietas tienen mayores consumos de frutas, verduras, semillas y
legumbres que poseen grandes cantidades de fibra y micronutrientes en comparación con la dieta
omnívora que generalmente tiene un mayor consumo de calorías vacías y de grasas saturadas
procedentes de la carne.
Una dieta en la que no se consumen productos de origen animal o se consumen con poca
frecuencia puede ser tan sana y cumplir con todas las necesidades nutricionales tal y como ocurre
en una dieta omnívora. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, las dietas
vegetarianas son sostenibles y seguras para todos los grupos de edad y en todas las condiciones
fisiológicas, desde la niñez hasta la vejez, en deportistas, y durante el embarazo y la lactancia,
siempre y cuando se planifique bien y este suplementada con vitamina B12.
La vitamina B12 o cobalamina es esencial para nuestro organismo ya que ayuda a mantener el
sistema nervioso, interviene en la formación de eritrocitos y, al igual que otras vitaminas del
complejo B, es importante en el metabolismo de las proteínas. Esta vitamina, que solo la producen
algunas bacterias y arqueas, normalmente se consume a través de los animales que la adquieren
por la red trófica ya que ni las plantas ni los animales pueden sintetizarla.
Al encontrarse esta vitamina en los productos de origen animal, puede suponer un problema para
vegetarianos y veganos que pueden presentar deficiencias en esta vitamina. Algunos de los
síntomas de la deficiencia de B12 son anemia, pérdida del equilibrio, entumecimiento u
hormigueo en las extremidades y cansancio, por lo que, si se quiere tener una dieta vegetariana
saludable, la suplementación de la vitamina B12 es vital (Rizzo et al., 2016).

Bibliografía:
Rizzo, G., Laganà, A. S., Rapisarda, A. M. C., la Ferrera, G. M. G., Buscema, M., Rossetti, P., Nigro, A.,
Muscia, V., Valenti, G., Sapia, F., Sarpietro, G., Zigarelli, M., & Vitale, S. G. (2016). Vitamin B12
among Vegetarians: Status, Assessment and Supplementation. In Nutrients (Vol. 8, Issue 12).
https://doi.org/10.3390/nu8120767

Tilman, D., & Clark, M. (2014). Global diets link environmental sustainability and human health. Nature,
515(7528), 518–522. https://doi.org/10.1038/nature13959

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