Los autónomos son trabajadores que en la mayoría de los casos llevan a cabo una actividad profesional individual, o están al frente de una pequeña empresa. Algunos de ellos están en actividades calificadas como esenciales por el Real Decreto 463/2020 por el que se declaraba el estado de alarma a consecuencia de la pandemia causada por el COVID-19. En otros casos, han visto sus pequeños negocios cerrados de la noche a la mañana. En la mayoría de los casos se trata de profesionales que carecen de la liquidez financiera suficiente, no ya para mantener sus actividades, sino, a veces, para poder subsistir ellos mismos.
¿QUIÉNES SON? Por encima de tres millones de personas están afiliadas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social en España. De estos, algo menos de 200.000 son trabajadores autónomos dependientes, que desarrollan su actividad, principalmente, para una misma empresa.
Desde que comenzó la pandemia y el confinamiento, el gobierno ha realizado importantes esfuerzos por mitigar los efectos más graves en este colectivo, estableciendo prestaciones extraordinarias para autónomos que cesan de su actividad o ven mermados sus ingresos en un 75% con respecto al semestre anterior (ya han solicitado más de un millón de autónomos y cobrado más de 900.000); moratorias para autónomos de hasta seis meses para el pago de las cuotas sin intereses ni recargos de los que podrán beneficiarse aquellos que no hayan suspendido su actividad con ocasión el estado de alarma; aplazamiento de las cuotas de la Seguridad Social para empresas y autónomos, aunque esta es una medida que se aplica a todos los sectores y regímenes. Aún con todas estas ayudas, sus esfuerzos personales son y serán claves para seguir adelante.
¿QUÉ HAN HECHO? Desde que comenzó la pandemia, las personas que trabajan como autónomos han mostrado una motivación y dedicación ejemplar, más allá de lo que sería simplemente trabajar.
Los que han podido seguir con su actividad en funcionamiento, como los del sector agrícola o de alimentación han tenido que reorganizar sus trabajos y adaptarse a situaciones imprevistas, como el servicio a domicilio, nuevas condiciones de seguridad para ellos o sus clientes, o nuevas modalidades de pago o venta. Cada uno de esos profesionales ha tenido que hacerlo estudiando por sí mismo cómo hacerlo, buscando los medios y poniéndolos en marcha en un proceso de autoformación acelerada.
Como consecuencia de estos esfuerzos, todas estas personas han incrementado sus horas de trabajo, aunque no siempre se ha correspondido con un aumento de la demanda de productos y, por tanto, del ingreso de efectivo. Además, en caso de enfermedad de trabajadores de sus reducidas plantillas, han sido ellos mismos los que han tenido que suplirlos personalmente. Todo esto lo han hecho, bajo una importante presión y tensión, sin la garantía de un incremento de sus ingresos, aunque con la satisfacción de que realizaban un esfuerzo por servir a los demás en momentos de dificultad.
Los que no han podido mantener su actividad con motivo del cierre de tiendas, hostelería, o múltiples actividades profesionales, han tenido que hacerse fuertes en su capacidad psicológica y económica de resistencia. El gobierno ha ofrecido ayudas en lo referido a pagos de impuestos y liquidez financiera. Muchos de ellos ven su futuro con incertidumbre, pero sabiendo que su trabajo personal tendrá que ser el empujón definitivo.
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Carolina dice
Gracias por vuestro esfuerzo en unos momentos tan complicados donde todos/as os necesitamos. Gracias por tanto
Cristobal dice
Ánimo, vuestro es en una gran parte que nuestra sociedad funcione a pesar de la escoria de políticos que nos gobiernan.
Encarnacion dice
Esfuerzo de titanes para superar todas las vicisitudes y falta de apoyo.
Eni