Las escuchas “tecnica”, “evocativa” y “sensitiva” son tres niveles de escucha, compatibles habitualmente, sobre todo los dos primeros, que son a los que dedicaremos esta entrada.
En la escucha técnica aplicamos el análisis para desentrañar las partes, conocer mejor la estructura, las ideas formales que rigen la construcción de una pieza. Nos ayuda a descubrir los propósitos compositivos del autor o autora, o más bien el modo en que decidió tratar sus ideas musicales en esa pieza.
Un obra musical muy apta para introducirse en el modo como podía estructurarse una pieza clásica es la Pequeña Serenata Nocturna, Serenata n.13, K.525, de Wolfang Amadeus Mozart (1756-91). La explicación que el video que proponemos ofrece, ayuda a entender cómo Mozart concibió la forma sonata en esta pieza en conreto. Aunque no tengamos especiales conocimientos musicales ni de historia de la música occidental, la explicación ayuda a percibir claramente cómo Mozart decidió estructurar la pieza.
Para introducirnos en el modo de escucha evocativa es mejor que nos sirvamos de obras menos estructuradas, o al menos de obras en las que de alguna manera, el sentimiento se imponga a la organización racional. Los poemas sinfónicos de época romántica son muy aptos para suscitar este modo de escucha. Proponemos dos audiciones consecutivas de El Moldava, poema sinfonico de Bedrich Smetana (1824-84). En la primera, sin aplicar ningún tipo de “conocimiento añadido”, dejando la mente y el corazón abiertos a los sentimientos que su audición nos suscite.
El Moldava. Bedrich Smetana.
Una vez oído, proponemos la lectura de algunos datos históricos y otras consideraciones sobre la composición de esta obra maestra de Smetana, incluidos los textos que el propio autor propuso para entender la obra. Pueden leerse en el siguiente blog.
Tras la lectura propuesta y una segunda audición, ¿se ha producido alguna novedad en el modo de oír este poema sinfónico? Sin duda que la respuesta será afirmativa. El alcance mayor o menor del cambio en el modo de escucha de ambas audiciones de la misma pieza dependerá de cada lector, de cómo se haya enfrentado a cada escucha y a la lectura de esos datos propuestos.
Esta misma experiencia proponemos hacerla por fin con otras dos obra muy oídas en la historia de la música occidental, por el intenso sentimiento que suscitan. Proponemos igualmente oírlas de esas dos maneras: la primera, al menos una primera parte de cada una, sin datos o erudición de ningún tipo (salvo que ya se tengan) como la historia que hay detrás de cada composición, o la traducción del texto que se canta.
Stabat Mater. Giovanni Battista Draghi, alias Pergolesi (1710-1736).
Tras unos minutos (los que se quieran) de audición, proponemos la lectura de datos sobre el compositor y las circunstancias que le llevaron a componer esta obra en el siguiente enlace.
La última obra para la que proponemos una experiencia similar es el impresionante Requiem de Wolfang Amadeus Mozart. Véase cómo aquí Mozart se muestra mucho más grandioso, menos ligero que en la pieza anterior.
Después de oir el tiempo que se consisdere oportuno de esta obra, proponemos leer el texto de esta obra, el Requiem. Puede encontrase por ejemplo en este enlace.
En otras entradas abundaremos en el modo sensitivo de escucha musical.
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