Ciudad antigua, Vera está situada en el levante almeriense, muy cerca de la costa, por donde extiende parte de su término. Dentro de su estructura urbana ha sabido conservar la historia compaginándola con un desarrollo urbanístico más moderno.
Cuenta con un buen número de edificios y puntos de interés como el Ayuntamiento, el Museo Histórico, la Iglesia de la Encarnación, construida con aspecto de fortaleza para protegerse de las invasiones piratas, casas señoriales y viviendas burguesas construidas en los momentos de auge económico.
En la actualidad, aunque no está en primera línea de playa, su actividad más importante es el turismo, con una magnífica oferta en instalaciones e infraestructuras de primer nivel.
HISTORIA
Zona de asentamientos humanos desde muy antiguo, la cultura del Argar ocuparía toda esta comarca desde el IV milenio a. C. La primera fundación de la ciudad estaría relacionada con la actividad minera, los cartagineses fundaron Baria cerca de Villaricos en el siglo VI a. C.
Durante el periodo romano se siguió con la explotación minera y fue llamada Barea, en el mismo lugar donde se encuentra actualmente Villaricos. Alrededor se conformó en todo el término una serie de villas que explotaban en forma de latifundios las tierras.
En tiempos de Al-Andalus, la inseguridad de la costa y la caída de la actividad minera aconsejaron el traslado en el siglo XIII a una zona más segura del interior, en el Cerro del Espíritu Santo donde ya existía una aldea. Desde entonces se convertirá en la ciudad más oriental del Reino de Granada y frontera con Lorca.
La conquista cristiana tuvo lugar en el 1488. En ella se estableció el real de los ejércitos cristianos. Al ser esta una zona estratégica, los Reyes católicos se aseguraron y trasladaron a todos los musulmanes al interior y fue repoblada con gentes de armas. Además queda como ciudad de realengo, dependiendo de la Corona, concediéndole sus fueros y privilegios en el 1494. El primer alcalde cristiano fue el capitán Garcilaso de la Vega.
En el año 1518 un terremoto la asoló completamente y dos años más tarde fue reedificada en el lugar que hoy ocupa, por orden de Carlos V, como plaza murada de forma rectangular, cuya fortaleza central era el templo parroquial.
La sublevación morisca de 1568 se produjo en toda la comarca. Vera al no haber moriscos no se vio afectada en principio. En septiembre de 1569 se produce el asedio de los moriscos al mando de Aben Humeya para conseguir dominar un amplio territorio costero y poder establecer así una comunicación directa con el Norte de África. El asedio terminaría al recibirse la noticia de la proximidad de un ejército proveniente de Lorca.
La Sociedad de Amigos del País de Vera será la segunda de Andalucía en solicitar la aprobación de los estatutos, en junio de 1776. El progreso económico y demográfico de este periodo se refleja en el desarrollo urbanístico de la ciudad.
El siglo XIX se caracterizará por una serie de hechos importantes como son el apoyo de la Constitución de 1812 durante el Trienio Liberal de 1820 al 1823 y la creación de una Milicia Urbana encargada de defender los valores de la constitución. El descubrimiento del filón argentífero del barranco El Jaroso de Sierra Almagrera relanzará la economía de la ciudad de Vera. A finales del siglo se conformará el término municipal definitivo que hoy conocemos.
La crisis de la minería y el declive de la agricultura tradicional traerá consigo una crisis desde principios del siglo XX, esta se acrecentará con la emigración de los años 50 y 60 que supondrá una auténtica sangría para la ciudad. En la actualidad se abren nuevas perspectivas con el desarrollo del turismo y las mejoras obtenidas en la agricultura intensiva.