
Me siento orgulloso de mi Universidad y del trabajo que hago en ella, y todos los días procuro dar lo mejor de mí en mi tarea docente. La enseñanza bíblica de enseñar al que no sabe me ha llevado a extender mi labor docente hacia el campo de la divulgación científica, donde he escrito libros, publicado blogs, ganado premios, salido en la tele. Especialmente penosa es la tarea de desenmascarar triquiñuelas pseudocientíficas, sobre todo cuando los proponentes intentan cobijarse bajo el paraguas de la respetabilidad universitaria; pero aún creo que la Universidad tiene una responsabilidad social hacia con los ciudadanos que la mantienen, así que si hay que ir se va.
En diversas ocasiones he denunciado públicamente estas actividades. La última vez fue con relación a un curso de reiki en la Universidad Rey Juan Carlos. Hoy me toca hacer lo mismo, y lamento decir que la universidad en cuestión es la mía propia, la Universidad de Granada, donde me gano el sueldo enseñando.
El caso es que este lunes pasado tuve una sesión de prácticas de laboratorio con estudiantes de primero de Física. Cumplida la misión me dirigía a la salida, y cuando llego al final del pasillo me encuentro con esta desagradable sorpresa:
No me sorprende ver este tipo de carteles porque son ubicuos. Ya sabéis, una imagen new age para anunciar algo relacionado con actividades holísticas con nombrajos en inglés de moda (aunque no necesariamente útiles o con base científica). Lo que me duele es ver el logotipo de la UGR junto al encabezamiento “Título propio de la Universidad de Granada” Que la gente se gaste su dinero en cursos de wellness y coaching es cosa de ellos, pero que sea una universidad pública la que se aproveche de ello no me gusta nada.
Por supuesto, no pienso criticar sin antes informarme, así que me fui a la web del Diploma de Posgrado en Health & Wellness Coaching. Aparece en la sección “Másteres y Posgrados”, lo que ya me suena gordo. En efecto, no es un cursito de fin de semana con la promesa de un crédito ECTS. Se trata de un curso de 625 horas, nada menos que 25 créditos ECTS extendidos a lo largo de nueve meses y a celebrar en la Facultad de Medicina de la UGR. Esto último transmite el claro mensaje de que tiene que ser un curso serio porque oye, se da en la facultad de medicina nada menos. De hecho, parece estar orientado a personal de ciencias de la salud.
El curso se vende con mucha palabrería que suena, cómo diría, poco académica. Se habla de aproximación eficiente al plano profundo de las personas, de interiorización de actitudes de liderazgo coach, de cultura proactiva, de pasar de paciente pasivo a agente activo de la salud, de formación transversal (todo lo anterior son citas literales de la web del curso), y en general se intenta convencer a los profesional de ciencias de la salud de que no pueden pasarse sin este curso.
Un vistazo al temario te deja claro que el curso no es un simple sacadineros inofensivo. Entre otras cosas, habla de:
– Programación neurolingüística (PNL), una actividad cuestionada, criticada, carente de base científica y considerada por algunos como una estafa
– Manejo de la energía. Como físico me parece bien aprender a manejar la energía, me refiero a la de verdad; pero incluir “manejo de la energía” en un módulo llamado “competencias de coaching” me indica que esa “energía” está más cerca del pensamiento pseudocientífico
– Terapias de salud que rayan en la pseudociencia (cuando no entran directamente) como la hipnosis, la acupuntura o la quiropráctica. ¡Quiropráctica! ¿Es que no hemos aprendido nada del caso de Kevin Sorbo?
Si hay algún sitio donde las pseudociencias no deberían tener cabida es en la Universidad pública. Ya sabemos todos que hay carencias económicas, cómo dudarlo siquiera, pero no podemos permitir que el ansia por cuadrar las cuentas nos pueda. No podemos, no debemos resolver nuestros problemas económicos al coste de perder nuestra reputación y credibilidad por unas monedas.
En realidad, por un buen montón de monedas. El curso tiene un coste de 1.350,13 euros, que multiplicado por las treinta plazas ofertadas, y dejando aparte el 13% que dedican a becas, nos da un total de 35.238 euros, a repartir entre la Universidad y -supongo yo- las dos empresas “coordinadoras” del curso: hicoaching y Tribal Trainings. En el elenco docente aparecen profesores de las universidades de Granada y Almería, la Escuela Andaluza de Salud Pública, y otras entidades. Me ha llamado particularmente la atención un tal Manuel Zapata, al que acompaña la divisa “Máster Universidad Rey Juan Carlos”. No estoy seguro de si se tratará de este señor y de este máster, pero si es así podemos echarnos a temblar, al menos si la mitad de lo que dice su currículum es cierto: estudioso de las ciencias del alma, master en Astromedicina y Astrología psicológica, formación en terapia sistémica de constelaciones familiares, experto en configuraciones arquetípicas. Terminología pseudocientífica en estado puro.
Esto es lo que ofrece la Universidad de Granada por un precio de cuatro cifras.
Esto es lo que mis alumnos ven en los espacios de información junto a mensajes de excelencia docente y calidad académica.
Ahora a ver con qué cara les digo que la Universidad que les está formando vende este tipo de cursos como algo serio, oficial y útil.
No me parece honrado. Nos avergüenza a todos los que trabajamos aquí. Y por esto lo estoy denunciando en un blog. Concretamente, en mi blog oficial de la Universidad de Granada. Hasta ahora lo he centrado en mis actividades de investigación, pero creo que este es un tema interno muy serio, así que aquí lo tenéis.
A continuación pueden pasar varias cosas. La Universidad de Granada puede pasar olímpicamente de esta entrada y esperar a que se acallen las críticas para continuar con el curso; puede y encogerse de hombros y salirse por soleares (ya sabéis, el habitual “solamente cedemos locales”, “solamente participamos de lejos”, “solamente ayudamos a abrir la mente y no ser tan estrictos en la ortodoxia”); puede retirar el curso y tomarse en serio el problema de la infiltración de la pseudociencia en la Universidad; y claro, también puede llamarme al orden y leerme la cartilla (no sería la primera vez). Ya veremos qué pasa.
Pase lo que pase, sinceramente lamento las molestias, pero molestar es la misión de los blogs. Y de los profesores universitarios.
POSTDATA. Justo antes de que este blog se publique me entero de que hay un curso muy parecido en la Universidad Pablo de Olavide. El título es idéntico, el precio casi igual, también es una primera edición, los contenidos som casi iguales (UGR, UPO), uno de los directores coincide (y está afiliado a la empresa hicoaching), y al menos tres de los profesores son comunes a ambos cursos; lo que sugiere que se trata del mismo curso en dos universidades públicas distintas de Andalucía.
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