La Ciudad Autónoma de Ceuta, con sus casi 20 km cuadrados, posee una serie de rasgos característicos que la definen:
En primer lugar cabe destacar su ubicación en el mapa, que le otorga la característica más emblemática de su idiosincrasia. En efecto, dicha posición le confiere la propiedad de “puente” entre dos continentes (Europa y África). Además, de esa circunstancia deriva el ser doblemente frontera: marítima y terrestre, delimitando en este último caso la separación entre dos países, con características socioeconómicas muy diferentes.
La estructura poblacional de la ciudad reparte sus 85.000 habitantes entre una diversidad de grupos, caracterizados por sus diferentes perfiles culturales.
Por su parte, la estructura sectorial de la producción y del empleo se encuentra totalmente sesgada hacia la actividad terciaria. La actividad primaria es prácticamente imperceptible, y la secundaria apenas hace mella en el conjunto de la actividad económica.
El carácter portuario de la ciudad es una de sus señas de identidad. Los importantes tráficos de mercancías y pasajeros se suman a la actividad de avituallamiento de buques y al papel del puerto deportivo.
Y sin duda, uno de sus grandes atractivos radica en un sistema o régimen económico-fiscal diferente al imperante a nivel nacional, que concede unas ventajas significativas tanto a sus ciudadanos como a sus empresas. En particular, existen importantes bonificaciones en los impuestos que recaen sobre los contribuyentes residentes en la ciudad, ya sean tanto personas físicas como jurídicas, además de un tratamiento arancelario ventajoso en las operaciones de comercio exterior que tienen a la ciudad como parte activa.
Pero Ceuta ha de afrontar una larga lista de problemas, que en principio pudieran ser idénticos a los de otras ciudades similares de no ser porque existe una frontera con Marruecos, que separa dos mundos bien distintos, en lo económico, lo político y lo social.
El hecho de que Ceuta se encuentra fuera de la unión aduanera de la Comunidad es permanente foco de controversia, entre los partidarios de permanecer en el statu quo y quienes consideran que debería sumarse a la unión aduanera, adoptando el acervo comunitario en lo referente a las relaciones comerciales exteriores.
Por otra parte, la frontera terrestre pierde su pretendido carácter impermeable cada vez que tiene lugar una entrada inmigrantes indocumentados, de forma masiva o intermitente, o cuando es surcada por menores de edad sin el debido acompañamiento, lo que hace que la Ciudad deba afrontar la importantísima problemática derivada de la presión migratoria.
El comercio irregular entre ambos lados de la valla ha sido por mucho tiempo fuente de una larga lista de problemas también, asociados a las saturaciones del tránsito fronterizo, con las consiguientes molestas colas aquí y allí de personas y vehículos y, lo que es peor, la angustia de quienes vivían del porteo de forma extraoficial, sufriendo las consecuencias del caos fronterizo. Esta situación ya ha cesado, abriéndose para Ceuta otra serie de retos a abordar.
A nivel interno, Ceuta sufre la crudeza de una importante crisis comercial que está minando el tejido productivo interior. Una actividad que ha sido y debe seguir siendo su primer bastión económico, por lo que hay que luchar y reconducir la situación desde la política económica local. Esta circunstancia se ha visto acrecentada como consecuencia de los efectos de la pandemia Covid 19, que ha puesto a la ciudad ante el peor de los escenarios económicos que se podía esperar.
Y en cuanto al mercado de trabajo, Ceuta registra la mayor tasa de desempleo de las regiones españolas, situándose en torno al 30% actualmente.
El impulso del turismo local puede hacer un gran favor en beneficio de la superación de parte de sus problemas, un turismo que ha de nutrirse de visitantes de varias procedencias: Marruecos, la Península y el extranjero. Para ello habría que vender estratégicamente Ceuta como lo que es: una ciudad fronteriza en pleno estrecho de Gibraltar, vecina de la exótica Marruecos, ciudad de compras, con un litoral de una riqueza envidiable (a pesar de la carabela portuguesa y del alga invasora), con unos miradores desde los que se divisan panorámicas magníficas, que cuenta con una extraordinaria riqueza patrimonial y cultural, y dotada de playas de aguas mediterráneas y atlánticas a lo largo de más de 20 kilómetros de costa.
Ana Martín dice
Para describir el panorama socioeconómico de Ceuta, hay que destacar dos variables:
Por un lado la situación actual que se ha visto afectada como consecuencia de los efectos de la pandemia Covid 19. Ceuta es una ciudad que destaca por el sector servicios, en especial por la hostelería y el comercio. El Covid19 ha afectado notablemente provocando el cierre de muchos restaurantes y locales.
Por otro lado según la Encuesta de Población Activa publicada por el Instituto Nacional de Estadística Ceuta se sitúa como la comunidad con mayor tasa de desempleo en este primer trimestre del 2020, con un 23,9%, pode delante de Extremadura (23,6%) y de Melilla (23%). Esto es una problemática que hay que erradicar, y en la que el educador social tiene un papel muy importante, dónde puede intervenir dando uso de la realización un plan de acción que pueda solucionar esta situación de desempleo.
Sara Guerrero dice
Ceuta desde una perspectiva económica podría tener un desarrollo increíblemente positivo, debido a que es un buen sector turístico. En España, precisamente nos caracterizamos por el tercer sector (el de servicios). Respecto a la situación vivida durante la pandemia, hemos bajado la economía debido a que se ha congelado este sector.
Carmen García Santiago dice
Los aspectos socioeconómicos de La Ciudad de Ceuta son los siguientes: Se trata de una ciudad que constituye un puente entre dos continentes (Europa y África), es a su vez doblemente fronteriza (terrestre y marítima), la Ciudad de Ceuta cuenta con un total de 85.000 habitantes de diferentes culturas.
Tiene una estructura sectorial de la producción y del empleo plenamente terciaria. Una de sus señas de identidad en su carácter portuario y además presenta un atractivo sistema económico fiscal diferente a de Nivel Nacional, que concede ventajas a los ciudadanos residentes de la ciudad y a las empresas (beneficios de impuestos, tratamiento arancelario ventajoso de comercio exterior etc.).
Los mayores problemas que acarrea la ciudad a nivel externo es que se encuentra fuera de la Unión Aduanera de la Comunidad. La frontera de Ceuta pierde su carácter impenetrable cuando oleadas masivas de inmigrantes logran cruzar la frontera y, por último, el comercio irregular existente entre Ceuta y el País vecino, Marruecos.
Entre los problemas internos que acarrea la ciudad destaca la crisis comercial que mina el tejido productivo interior y, por otro lado, la ciudad de Ceuta, en relación con el mercado de trabajo, presenta una de las tasas de paro más altas de España con un 27% de paro. Para finalizar, una de las alternativas a estos problemas sería, aumentar y favorecer el turismo local, nutriendo a la ciudad de visitantes de distintas procedencias del mapa.
Jesús Palenzuela dice
Ceuta es una ciudad que tiene múltiples potencialidades, culturales, sociales, económicas y políticas. Es bien sabido la cantidad de problemas que tiene nuestra ciudad para que realmente sea una tierra turística. Uno de ellos, creo que piedra clave para que el turismo no termine de arrancar es el precio de las navieras. Una familia no se puede gastar 200 euros en viajar a Ceuta procedentes de alguna provincia de Andalucía, sumando el precio de los hoteles. Hay que trabajar en abaratar esos precios.
La Ciudad Autónoma ha firmado diversos proyectos, desde el área de Turismo en la Feria de FITUR 2022, que se desarrolla durante estos días en Madrid, esperemos que cristalicen positivamente en la ciudad.