“La Primera Guerra Mundial interrumpió un proceso de globalización y crecimiento iniciado en Occidente después del fin de las Guerras Napoleónicas. Durante el largo siglo XIX, la intensidad del comercio había crecido y también los intercambios de factores productivos, capital y trabajo, entre continentes.”
Con esta cita comienza el capítulo dedicado a la Primera Guerra Mundial en el manual: Camps. E. (2013), Historia Económica Mundial. La formación de la economía internacional (siglos XVI-XX), McGraw-Hill, Madrid, en la página 79.
Nada más contundente para emprender la temática que nos ocupa en esta ocasión. En efecto, el crecimiento vigoroso que arrastraba la economía mundial, apoyado en buena medida en el comercio internacional, se dio de bruces contra el estallido de la Gran Guerra. Se la llamó así por lo devastadora que resultó, en términos de víctimas personales y pérdidas económicas. Ninguna destrucción similar era conocida hasta el momento, por lo que el término “gran” reflejaba la intensidad de la destrucción. El caso es que se desconocía que aún estaba por llegar otro conflicto bélico de proporciones destructivas superiores, la Segunda Guerra Mundial.
En este texto que os traslado a continuación, se recogen una serie de datos y argumentos muy interesantes relacionados con la cuestión:
Economía y empleo en la Primera Guerra Mundial
Eduardo Montagut
La Primera Guerra Mundial provocó importantes transformaciones en la economía y en el mundo laboral europeos. En este artículo analizamos estos cambios.
La magnitud de la Gran Guerra fue tal que todos los aspectos de la economía mundial se trastocaron. La constatación de que la contienda iba a ser muy larga, al fracasar los planes iniciales de la guerra de movimientos, hizo que los gobiernos europeos fueran conscientes de que la economía debía ponerse al servicio de la causa militar y que, por lo tanto, se hacía necesario introducir profundos cambios en las relaciones de producción. La guerra impuso que el Estado interviniese en la economía. Sin lugar a dudas, esta guerra fue un factor decisivo para que surgiera en la historia la economía planificada, aunque hay otras fenómenos que explican esta intervención en el siglo XX, con distintas motivaciones, como son la planificación comunista en Rusia, la planificación fascista y la relacionada con el posterior estado del bienestar en las sociedades democráticas occidentales de después de la Segunda Guerra Mundial.
El capitalismo había cambiado en la Segunda Revolución Industrial, abandonando el liberalismo económico radical a favor de los monopolios y con claras tendencias proteccionistas, especialmente tras la crisis de 1873, pero la Gran Guerra introdujo en la economía dos principios nuevos: racionalización y coordinación porque se supeditaba a un objetivo que no era otro que vencer, aunque se respetase la propiedad privada de los medios de producción, con alguna excepción. El Plan Rathenau alemán es el ejemplo más evidente de planificación económica en este momento, pero todos los gobiernos hicieron algo parecido, creando ministerios y oficinas para coordinar la tarea económica.
La cuestión de los abastecimientos fue un grave problema para todos los contendientes. La producción agrícola descendió por la falta de mano de obra, de animales y de abonos; además la guerra dificultaba de forma evidente la importación de alimentos. Las carencias de comida, vestido y combustible se hicieron patentes muy pronto. Afectaban al frente pero, sobre todo, a la retaguardia. Se impuso el racionamiento, que se fue extendiendo a más y más productos a medida que la guerra se alargaba. Alemania fue la primera que lo impuso, ya que por su situación geográfica, entre dos frentes, le era muy difícil compensar sus carencias con importaciones. Los aliados tenían la ventaja de contar con imperios coloniales inmensos y podían importar más fácilmente alimentos. Franceses y británicos pasaron menos hambre que los alemanes. Aun así, tuvieron que implantar también medidas de racionamiento.
La guerra trajo otras consecuencias económicas. Los precios aumentaron y, a pesar de que también lo hicieron los salarios, el poder adquisitivo en los países contendientes disminuyó considerablemente, mientras el mercado negro se extendía. La destrucción de muchas infraestructuras productivas y la necesidad de más productos y materias primas hicieron que las compras al extranjero se dispararan de tal forma que superaron, en muchos casos, las posibilidades de pago. Eso provocó que se multiplicasen los empréstitos y se disparase la deuda pública. El fantasma de la bancarrota sobrevoló por encima de Europa.
La Gran Guerra también transformó el ámbito laboral. La necesidad de aumentar la producción de la industria bélica y de atender a los servicios hizo que se tuvieran que buscar trabajadores que reemplazaran a los que se habían tenido que marchar al frente. Alemania impuso el trabajo obligatorio. Los aliados recurrieron a trabajadores procedentes de sus colonias. Cuando se hacían muy necesarios se reclamaban del frente a los obreros más especializados y cualificados con la advertencia de que si protestaban en el trabajo regresarían a la guerra. También se recurrió a los adolescentes pero, sobre todo, la gran protagonista del mundo del trabajo en esta época fue la mujer. En Francia el aumento del empleo femenino fue evidente. Si en las fábricas metalúrgicas no llegaban a las dieciocho mil mujeres empleadas antes de la guerra, en 1917 eran unas trescientas mil, para pasar a ser unas cuatrocientas veinticinco mil al año siguiente. Alemania casi duplicó el número de trabajadoras en la guerra. Las trabajadoras se hicieron cargo del transporte público (los tranvías), del servicio postal, la atención de heridos y mutilados, y entraron masivamente en las fábricas de armamento. Este protagonismo femenino fue un factor importante a favor de la lucha de la emancipación de la mujer en Europa. Las sociedades empezaron a comprender la importancia del trabajo femenino fuera del hogar y constataron que el esfuerzo de las mujeres había sido fundamental para la guerra y, en el caso aliado, para el triunfo. No podía pasar mucho tiempo sin que se les reconociesen sus derechos políticos como ciudadanas.
SAMRA HAJJAJ HADI dice
La Gran Guerra supuso un retroceso del avance europeo en materia económica puesto que lo primordial era vencer en la contienda y eso suponía la destrucción de industrias, bloqueo comercial y físico, desastrosas pérdidas humanas, centralización (lo que se conoce como ´´Economía de Guerra´´) y escasez de alimentos. Esto permitió la incorporación masiva de la mujer al trabajo y un gran desajuste en la balanza de pagos de los países beligerantes, lo que aumentó la deuda pública a niveles estratosféricos.
El papel oficial de España durante la Primera Guerra Mundial fue neutral, sin embargo participó indirectamente proporcionando ayuda a los países aliados con materias primas, productos de primera necesidad…
Pero desafortunadamente este conflicto entre las grandes potencias mundiales fue solo un precedente de lo que supondría la Segunda Guerra Mundial.
Romaisa Ahmed DebbagZarioul dice
La primera guerra mundial comienza en 1914 y finaliza en 1918 se enfrentan la Triple Entente contra la Triple Alianza .Es evidente que la Gran Guerra deja graves consecuencias en todos los ámbitos .
Una gran devastación demográfica , social , un número escalofriante de víctimas y vidas humanas , cambios socioculturales. Asimismo, dejó importantes consecuencias económicas que es lo que abordaremos en este comentario .
La comparación ente la economía antes de la guerra y después presenta diversas diferencias , es más , la economía quedó totalmente afectada.
Antes de la Gran Guerra , la mayoría de los países del mundo presentaban una economía liberal basada en el libre comercio y en el capitalismo , sin embargo, como consecuencia de la primera guerra mundial los Estados se vieron obligados a intervenir en la economía, reduciendo de forma drástica las importaciones ya que se veían dificultadas a causa de la guerra .
El inicio de la guerra supuso un cambio total en el modo de entender la economía y las relaciones comerciales internacionales . El objetivo de la intervención estatal era controlar la producción y dirigir toda la producción hacia el suministro de los bienes necesarios en el frente de la batalla (armas ,ropa alimentos…). Las necesidades de la guerra habían disparado los niveles de producción en las industrias que se consideraron estratégicas militarmente , como es la industria armamentística .
La guerra ocasionó enormes gastos a los países participantes , los países europeos tuvieron que acudir a los préstamos , se generó la deuda pública y una enorme inflación ,las monedas sufrieron una depreciación y se originaron altas tasas de desempleo .También cabe mencionar el nacimiento de la Revolución rusa , que se enfrentará al capitalismo.
Asimismo quiero hacer una breve referencia a la pérdida de la hegemonía y el poder del que disfrutaba Europa y que a causa de la Gran Guerra se vió destruido y pasó a ser de Estados Unidos que se convirtió en la principal fuerza mundial . Como he mencionado anteriormente la guerra provoca el endeudamiento de los países europeos con EEUU., es decir que este país ha estado suministrando créditos a los países que estaban en guerra
Andrea Sánchez Martín dice
La gran guerra supuso una pausa en el crecimiento económico acontecido durante la Belle époque. La economía de los contingentes decayó notablemente con pérdidas materiales y humanas. El empleo disminuyó, no obstante hubo una incorporación importante, pues la mujer se incluyó en el mundo laboral. Los Estados intervinieron en la economía para fomentar la industria bélica.