Esta es una sentida reflexión que ha hecho un grupo de estudiantes de Economía Mundial, para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio.
Felicitamos por su iniciativa a quienes suscriben el texto: Samra, Andrea, Mariam, Hasan, Wiham, Fatima Zohora, Mihai e Ismael.
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Es evidente que el ritmo y estilo de vida de la sociedad actual es insostenible. Todos los hábitos tan dañinos que hemos estado interiorizando se reflejan en nosotros mismos, lo que consumimos, lo que pensamos, lo que sufrimos y lo que observamos a nuestro alrededor.
Nuestra sociedad necesita dar un cambio radical de mentalidad. Todos los vertidos en los mares, la deforestación, la tendencia alcista de la huella de carbono por las emisiones de CO2, el uso inadecuado del agua y otros recursos naturales, etc. son producto de una mala conciencia e ignorancia acerca del entorno que nos rodea. Nos hemos sumergido en un bucle del que no sólo los ecosistemas y la naturaleza en general salen perjudicados, sino que particularmente todos los habitantes del planeta podemos percibir, sentir y sufrir estos daños.
Las sequías, las enfermedades respiratorias, el cáncer, los virus, el plástico que ingerimos con los alimentos, las distintas sustancias químicas utilizadas tanto en la industria cárnica como en el sector agrícola e incluso el creciente deterioro de la salud mental de la población en general, tienen un punto de partida común: la degradación del medioambiente.
La generación que hoy día habita este planeta tiene la obligación y el deber moral de tomar conciencia referente a estas acciones y reconducirlas a paliar los desperfectos en el medio ambiente.
No es suficiente con las políticas gubernamentales enfocadas en este sentido, todos debemos asumir la responsabilidad de crear un entorno sano. Y para ello, debemos predicar con el ejemplo, puesto que nuestros amigos, padres, hermanos, hijos y todas las personas que nos rodean reproducen nuestros actos. Directa o indirectamente nos debemos educar acerca del bienestar medioambiental; la educación es la base de un desarrollo y futuro sostenible, sano, consciente y verde.
¡VIVAMOS, NO DESTRUYAMOS!
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