Lo que se conoce como ECONOMÍA SOCIAL, también llamada “tercer sector”, abarca una tipología de instituciones y formaciones empresariales que, a diferencia de las empresas convencionales (que persiguen el máximo enriquecimiento mediante la obtención de los mayores beneficios posibles), aspiran a constituirse en el medio de vida de quienes las integran, anteponiendo el trabajo y la satisfacción personal al deseo del beneficio económico, y siempre persiguiendo un fin social.
No obstante, el objetivo es similar al que persiguen las empresas convencionales: producir bienes y servicios, pero con esos matices diferenciadores, es decir, sin ánimo de lucrarse y buscando el interés social. La economía social se asienta, por consiguiente, sobre el principio de solidaridad. Constituye, por otra parte, una fórmula ideal para el emprendimiento.
A pesar de que no son lucrativas, debido a la actividad que realizan, las empresas de la economía social generan un importante impacto en la economía en términos de producción y de empleo. Según la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES: https://www.cepes.es/), en nuestro país el conjunto de la actividad representa el 10 % del PIB español y el 12,5 % del empleo. Además, el 42,8 % de la población tiene alguna relación con el tercer sector y el 80 % de los contratos que se generan son de carácter indefinido.
El total de actividades que abarca la economía social es amplio y variado. La clasificación habitual agrupa las siguientes entidades:
- Las Cooperativas,
- Las Sociedades Laborales,
- Las Mutualidades,
- Los Centros Especiales de Empleo,
- Las Empresas de Inserción,
- Las Cofradías de Pescadores,
- Las Asociaciones y Fundaciones.
Cada una de estas formas posee su estructura jurídica y sus características específicas. Pero todas se erigen sobre un común denominador: la solidaridad y la primacía del trabajo sobre el capital.
El formato más importante de todos es la cooperativa, que es un tipo de entidad empresarial asentada sobre una estructura democrática y que funciona asimismo democráticamente. Efectivamente, el cooperativismo representa cerca de la mitad de la totalidad de formas empresariales de economía social. Según estadísticas del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, existen 19.954 cooperativas en España, que representan 322.389 empleos (datos de finales de 2018).
Existen muy diversos tipos de cooperativas, por su objetivo social. Así, siguiendo la clasificación que realiza la CEPES, podríamos distinguir entre cooperativas de consumidores y usuarios, de servicios, agrarias, de explotación comunitaria de la tierra, de transportistas, del mar, de enseñanza, de viviendas, sanitarias, de seguros, de crédito y de iniciativa social. En fin, todo un abanico de opciones.