La polifacética Bárbara Mujica -escritora, crítica literaria y profesora de español en la Universidad de Georgetown-, en Mi hermana Frida narra de un modo asombroso, a caballo entre la realidad y la ficción, la biografía de la controvertida artista mexicana Frida Kahlo, a través de las vivencias y la mirada de Cristina, la hermana menor de esta apasionada mujer.
La autora, utiliza la figura de la hermana que vive a la sombra de la genial Frida: Cristina Kahlo es el testigo mudo, aunque activo, de todas las atenciones y de la admiración que era capaz de conseguir de quienes rodeaban a Frida. Bárbara Mujica hace un recorrido por la vida de la pintora, marcada inexorablemente por la grave enfermedad que sufrió de niña (padeció poliomielitis cuyas secuelas marcaron su aspecto físico de por vida, con una cojera en su pierna derecha difícil de disimular), así como por el fatídico accidente de tranvía que terminó de destrozar su ya de por sí frágil y magullado cuerpo de adolescente y que frustró de por vida su anhelo de convertirse en madre. Un brutal accidente que la condenó a vivir bajo la tiranía de los hierros y de los corsés que se vio obligada a utilizar para sujetar su desmembrada columna vertebral.
Una controvertida relación fraternal
Con Mi hermana Frida, Bárbara Mujica nos revela detalles de la vida de Frida Kahlo que en pocas ocasiones han visto la luz. Son muy conocidos aspectos de su juventud y de su madurez. Por ejemplo, detalles íntimos de su relación amor-odio con el carismático artista Diego Rivera; sobre su apasionada defensa de la cultura y de las tradiciones del pueblo mexicano; o sobre su extremado compromiso político. Sin embargo, poco se conoce de la personalidad que, al parecer, ya manifestaba en la infancia, antes incluso de quedar marcada por la polio.
Emprendedora y provocativa
Su hermana Cristina confiesa los celos y la envidia que le hacían sentir las artimañas que Frida utilizaba para granjearse la atención de todos y cada uno de los miembros, sobre todo adultos, de su familia. Detalla de qué modo sobresalía de entre el resto de sus hermanas. Ya en su juventud, a pesar de su innumerables taras físicas, Frida era capaz de provocar sentimientos controvertidos en Cristina, quien, en comparación, era físicamente mucho más bella. Sin embargo, al igual que otras muchas personas que se cruzaron en el camino de la excéntrica artista, quedó siempre a unos pasos por detrás debido a la arrolladora personalidad de una mujer que sobresalió como pocas en un mundo, una cultura y una época difícil sobre todo para las mujeres.
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