El cocinero José Andrés, nominado dos veces al Nobel de la Paz, trabaja diariamente a destajo desde su ONG World Central Kitchen para dar de comer a los colectivos vulnerables de esta crisis sanitaria. Hasta Obama lo pone de ejemplo de sacrificio y buen hacer. Con la crisis del coronavirus no ha dudado en poner a disposición de quién lo necesite la experiencia de su fundación en catástrofes y situaciones de emergencia para ofrecer comidas tanto en Estados Unidos como en España.
¿QUIÉN ES? José Andrés es un cocinero español que lleva viviendo en Estados Unidos la mayor parte de su vida. Es propietario de varios famosos restaurantes en Washington y es asesor de otros tantos locales de restauración. Se le considera el embajador de la cocina española en Estados Unidos. En su vertiente solidaria, su ONG, World Central Kitchen, es capaz de ofrecer decenas de miles de comidas al día por todo el mundo en las circunstancias más difíciles. Ahora están actuando no solo en Estados Unidos, sino también en España para ayudar a luchar contra el coronavirus.
¿QUÉ HA HECHO? A través de World Central Kitchen ha aportado toda su experiencia en la gestión de catástrofes y situaciones de emergencia para ayudar a los que lo están pasando mal durante la crisis sanitaria en Barcelona, Cádiz, Madrid, Sevilla, Huelva y Valencia. La iniciativa #ChefsForSpain promovida por su fundación está organizando el trabajo de cocineros locales, las iniciativas de bancos de alimentos y el apoyo de ONGs locales y de servicios municipales para dar de comer a personas vulnerables tales como miembros de familias en situación desfavorecida, personas mayores que no pueden salir de sus casas, o personal sanitario que están viviendo fuera de casa temporalmente, entre otros colectivos perjudicados por la crisis del COVID-19. “A veces se convierte en una responsabilidad que nadie me ha dado ni nadie me ha exigido pero que hemos asumido y vamos a cumplir. Yo hago esto por amor al prójimo. No le saco ninguna ventaja monetaria.” dice José Andrés. En una entrevista en el periódico ABC, el cocinero reconoce lo siguiente: “hubo momentos en los que lo pagaba de mi bolsillo y del de mi mujer y del de algunos amigos y está muy bien, y estoy orgulloso, pero ahora es una línea de acción apoyada por mucha gente por lo que hacemos, no porque lo que decimos“. Posiblemente José Andrés se caracterice por esa ausencia de (permítanme la licencia) postureo en su actos: no vende humo y hace justo lo que dice, que es ayudar a quien lo necesite.
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