De las teclas a las aulas: desafíos y estereotipos de la mujer docente

Por Raquel Flores Padilla

El piano se trata de un instrumento muy relacionado con la mujer en la historia de la música. En el siglo XVIII se integraba en el ámbito femenino como un atributo, pero no se asociaba a una profesionalización sino a un símbolo de estatus social (Berrío, 2022). Hoy día estos roles de género están bastante superados y la profesionalización de la mujer es totalmente igualitaria con respecto a la de los hombres.

Ojalá que el párrafo anterior fuera la verdadera introducción de esta entrada, pero desgraciadamente todos los datos a continuación van a desmentirlo. Los datos recogidos por el Ministerio de Educación y Formación Profesional nos indican que, en España, un 59,39% de los alumnos que cursan las Enseñanzas Profesionales de Música son mujeres. El porcentaje disminuye levemente en los estudios superiores de música, con un 48,7% de alumnas matriculadas, pero sigue existiendo bastante equilibrio. Bajo mi propia experiencia en el Conservatorio Superior de Granada, los alumnos de piano están muy igualados en cuanto a género.

Sin embargo, ¿qué ocurre en el ámbito laboral? ¿Se mantiene este equilibrio? ¿Qué factores condicionan el futuro laboral de las docentes? Analicemos el caso de Andalucía. Tras una breve investigación concluimos que el 55,7% del profesorado en Enseñanzas Profesionales Música es mujer, mientras que en las Enseñanzas Superiores de Música el porcentaje disminuye a 31,78%. En las siguientes tablas observamos la información detallada en cuanto a porcentajes de cada centro.

Tabla 1. Porcentaje de profesorado en los centros educativos profesionales de música públicos de Andalucía. Creación propia.

Tabla 2. Porcentaje de profesorado en los centros educativos superiores de música públicos de Andalucía. Creación propia.

Observamos que el equilibrio de género entre el alumnado de piano no se ve reflejado en la plantilla del profesorado catedrático superior, mientras que la mayoría de profesoras en los conservatorios profesionales sí son mujeres. Esto nos hace reflexionar sobre los estereotipos de género que siguen existiendo detrás de la profesionalización, los cuales impiden a la mujer acceder a puestos de mayor poder adquisitivo.

Una de las razones de esta problemática es la asociación de los niños y la figura femenina, entendiendo la maternidad como una ocupación de la mujer. La enseñanza supuso una puerta hacia el mundo laboral para las mujeres en el siglo XVIII, pero detrás de esta oportunidad se escondía se escondían unos estereotipos muy limitantes. Muchos estudios explican cómo ciertas carreras son consideradas «más propias de mujeres, como Magisterio o Letras» (Rodríguez, 1989), ya que están vinculadas con la crianza. En el caso del conservatorio, encontramos una mayoría de profesoras en centros dirigidos a infantes o jóvenes, pero la mujer pianista tiene muy poca presencia como profesora en los conservatorios superiores, aquellos en los que el alumnado es mayor de 18 años. Investigaciones como las de Cebrián y Moreno (2018) muestran cómo uno de los mayores problemas de acceder a puestos de mayor poder es la conciliación de la vida laboral y familiar. Su estudio señala que la principal razón de inactividad laboral de mujeres en España está ligada a asuntos familiares, de cuidado o responsabilidad, mientras que la principal razón de los hombres inactivos es la enfermedad o incapacidad propia. «La mujer se halla volcada al contacto y al servicio personal,  mientras  que  el hombre  se halla  proyectado, predominantemente,  hacia  el mundo objetivo de la realidad» (Rodríguez, 1989). Optar a una cátedra en el conservatorio superior supone un sacrificio de tiempo muy considerable, y si el peso familiar recae en la mujer, esta no puede permitirse dedicar tanto tiempo a su vida profesional y queda excluida de los circuitos laborales con más poder y remuneración. Por otra parte, cuando se establecen estas dinámicas tan cerradas, se produce una falta de representación que las mujeres interiorizan desde jóvenes. De esta forma se crea un circuito hermético y, como «una pescadilla que se muerde la cola», se perpetúan dinámicas que a veces ni nos planteamos.

En conclusión, la mujer está menos presente en el conservatorio superior por una serie de estereotipos muy arraigados e interiorizados en la sociedad. La docencia se vincula con la figura femenina en el ámbito infantil o juvenil, lo cual impide que la mujer acceda y se vea reflejada en puestos de mayor poder. Una posible solución al problema de la conciliación familiar consiste en tomar medidas sobre planes de trabajo-familia, destinados tanto a hombres como mujeres; esto también fomentará que el hombre participe en la vida doméstica.

Cabe destacar que la inserción laboral de la mujer ha ido mejorando en los últimos años, pues hasta hace poco era muy extraño encontrar alguna catedrática de piano en el conservatorio superior. ¿Se trata de una cuestión de tiempo? ¿Las generaciones posteriores avanzarán hacia esta ruptura con las dinámicas de poder estancas?

Bibliografía recomendada:

Berrío, Lezlye. (2022). «Historia Social Del Piano». Agenda Cultural Alma Máter, 1 (298).

Rodríguez, A. (1989). «Docencia y discriminación de la mujer». Aula: Revista de Pedagogía de la Universidad de Salamanca, 1(2).

López, M. y Morales, J. F. (1995). «Gender stereotypes in the Spanish population: Looking toward the future». Gender, management and science, Instituto de Educación y Psicología.