Por Sara María Lara Castilla
Las Spice Girls y su concepto “Girl Power” supusieron un hito en el pensamiento musical y feminista de los 90’s, dando lugar a numerosos estudios de género, tal y como sucedió con Madonna una década antes.
En 1996, el grupo se conformó por cinco artistas, con personalidades, roles y apodos establecidos muy diferenciados, que permitían que las adolescentes –el publico mayoritario de su contenido– se identificaran con una de ellas: Emma (Baby Spice – la infantil/pequeña), Geri (Spice Sexy – la pelirroja/sexy), Melanie B. (Scary Spice – la atrevida), Melanie C. (Sporty Spice – la deportista), y Victoria (Posh Spice – la elegante).
Desde el lanzamiento de su primer videoclip (Wannabe, 1996) comenzó la difusión de su lema, Girl Power, una llamada al empoderamiento femenino y la sororidad. Su popularidad inmediata se materializó en un aumento del diálogo sobre feminismo: aunque no produjeran un cambio revolucionario, variaron el tipo de producción cultural dirigido hacia chicas jóvenes.
Pero, ¿cuál es el concepto de Girl Power que realmente interiorizó el público? Pensamos en una generación que en ese momento, seguramente no se percataba del sentido que encerraba su lema, y que no habían tratado con anterioridad ninguno de los temas que introdujeron las Spice Girls mediante sus vídeos y letras.
El mismo grupo define el concepto en su libro Girl Power (1997) de la siguiente manera:
“Girl Power es cuando… Ayudas a un chico a llevar la bolsa. Tú y tus amigas contestáis a los silbidos impertinentes con un “¡Vete por ahí!”. Llevas tacones altos y sabes plantarte. Sabes que puedes hacer algo y nada va a detenerte. No te quedas esperando a que él te llame. Eres leal a tus compañeras y ellas te apoyan. Mantienen la moral alta aunque te sientas fatal por algún motivo. Crees en ti misma y controlas tu propia vida». (The Spice Girls, 1997, p. 6).
No obstante, no iba a ser todo tan maravilloso como se pinta. En primer lugar, debemos poner en duda la supuesta diversidad que ofrecen las cinco integrantes: todas mujeres jóvenes, delgadas y, sobretodo, muy sexualizadas, reflejo de los intereses de una clase media blanca. Pero sin duda, la mayor problemática que envuelve al fenómeno Spice Girls es la relación entre feminismo-concepto de feminidad y comercialización. Su marketing salvaje generó muchas críticas desde el movimiento feminista: ¿puede ser el feminismo un producto masivo, distribuído globalmente?
Otro peligro que envuelve el concepto Girl Power es su presentación como la alternativa amable y no política al feminismo. Las jóvenes podían identificar el movimiento con un discurso no político más que como un espacio para la acción social.
Ya que el Girl Power surgió en un contexto en el que se empezaba a apreciar a las adolescentes como una potente fuerza económica, se pueden extraer diferentes lecturas y significados de un mismo fenómeno. Lo que no se puede cuestionar es que las Spice Girls generaron un concepto que fue explotado comercialmente hasta la saciedad (sigue habiendo merchandising en su web) insertando el feminismo en esa difusión masiva que tuvo su música. Esto, a pesar de la controversia que pueda generar, permitió que las adolescentes de esta generación se familiarizaran con el movimiento feminista, y lo interiorizaran en un proceso de compromiso, también con el grupo. (Se puede observar en la imagen inicial el popular anillo de compromiso que se regalaba con la revista Bravo)
Spice Girls, “Wannabe” (1997):
REFERENCIAS:
– Spice Girls (1997). Girl Power [El poder de las chicas]. Barcelona: Ediciones B. Grupo Zeta.
– Gonick, M. (2006). Between «Girl Power» and «Reviving Ophelia»: Constituting the Neoliberal Girl Subject. NWSA Journal 18(2), 1-23. doi:10.1353/nwsa.2006.0031.
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