Por Ignacio Francés García

Rednecks de Randy Newman, va más allá de su melodía contagiosa y su ingeniosa instrumentación. Es una oda sarcástica que destila la esencia sureña de Estados Unidos y las complejidades sociopolíticas y culturales que la rodean. Por ello, te invito a sumergirte en esta canción, donde Newman adopta el papel de un redneck, ofreciendo así una crítica irónica y mordaz a través de su música.

El término redneck se incorporó en el léxico cultural estadounidense para describir a los trabajadores blancos y pobres del interior del país con un estilo de vida más tradicional, actitudes conservadoras y actividades al aire libre. En el ámbito cultural y musical, el término redneck se asocia comúnmente con la música country. La canción de Newman, especialmente en su segunda versión a piano, fusiona géneros, creando la típica imagen de un bar de carretera sureño, mientras que el estilo de cowboy solitario se convierte en una narrativa única al sumergirse en la mente de uno de estos personajes, como era de esperar, retrógrado y machista.

 

El personaje protagonista de la canción de Newman, es un seguidor de Lester Maddox, segregacionista racial, que decide componer la canción para expresar su enfado tras ver a su “ídolo” enfrentándose a Jim Brown, un atleta negro, famoso y defensor de los derechos de los afroamericanos. La ironía de esta canción empieza cuando el redneck se siente “ofendido” y decide expresar su rabia y odio a través de esta melodía, mostrando así su hipocresía para entender las cosas mientras revela y elogia a lo grande las tontas ideas de Maddox y crítica, a desacuerdo, la supuesta superioridad y libertad de Jim Brown. La frase principal de la canción, “Somos rednecks y mantenemos a los negros a raya”, reclama y revela por completo la mentalidad segregacionista de nuestro personaje, que sugiere no solo resistencia racial, sino también una posible aversión hacia otras comunidades marginadas de la época.

 

En la década de 1970, los movimientos sociales y los derechos civiles estaban en pleno apogeo. La lucha por los derechos de las minorías, incluida la comunidad LGTBIQ+, estaba en pleno desarrollo en esa época, pero enfrentaba un fuerte rechazo. Por ello, la elección de Randy Newman al usar esta canción como apertura de su álbum Good Old Boys y hacer un uso de un personaje redneck para representar la canción mediante la burla, es, en mi opinión, el ejemplo perfecto para examinar el reflejo y la lealtad hacia los valores más tradicionales y conservadores de la época, así como una total resistencia al aceptar la diversidad que estaba presente en ese momento.

 

A partir del punto anterior sobre la minoría del colectivo LGTBIQ+ en la época, hablamos ahora de la relación compleja que ha existido en el ámbito musical entre el country, como género caracterizado por la cultura redneck, y este colectivo. Históricamente, la música country ha reflejado actitudes conservadoras debido a su contexto geográfico e histórico, sus raíces arraigadas en la cultura, sobre todo la rural, su fuerte conexión y aprecio por la religión, además de su marcado rechazo hacia la cultura popular urbana. Gracias a la evolución musical, es importante destacar que algunos artistas como Chely Wright y Willie Nelson han superado la barrera «histórica» de la música country a lo largo del tiempo y han desafiado esas «normas» para demostrar la aceptación que la música country puede tener hacia la inclusión de esta, ya no tan pequeña, minoría.

 

La canción de Randy Newman, aunque no aborda explícitamente la identidad de género o la diversidad sexual, ofrece una representación vívida de una mentalidad antigua, machista, homófoba y racista. No obstante, a través de la crítica en su música, se vislumbran pequeños indicios de cambio y aceptación hacia las minorías. Al mismo tiempo, la música country, presentada como un símbolo poderoso en el ámbito musical, se erige como un claro ejemplo de cómo la sociedad puede avanzar hacia la tolerancia, superando obstáculos ya preexistentes y desafiando las normas históricas. En conclusión, el country se revela en la actualidad como una fuente de inspiración, implorando a construir un futuro más inclusivo y comprensivo.

 

Bibliografía

 

 

 

  • Hubbs, Nadine. «Country Music, the Queer, and the Redneck», en “Colloquy: Music and Sexuality”, dir. por Judith Peraino y Suzanne G. Cusick. Journal of the American Musicological Society, LXVI/3 (2013), pp. 825-872, 852-856.

 

 

 

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.