Por María Rodríguez Cristino
Lele Pons es una de las mayores celebridades de los últimos años. Son conocidos los vídeos de humor que sube en sus redes sociales, las fotos en las que muestra que la mujer puede lucir «perfecta» (aunque no siempre es así), y el apoyo que da a la comunidad LGBTQ.
Recientemente ha sido protagonista en las redes sociales, debido a un vídeo que subió a Instagram en el que la artista aparece “bailando” reggaetón de una manera muy peculiar. Y es que la chica no se graba “perreando” o “haciendo twerking” (que es lo primero en lo que pensamos cuando se relaciona el baile con este tipo de música), sino que Lele nos muestra su rostro nada más y se ciñe a gesticular y mover exageradamente su cara mientras canta dicha canción, un tanto peculiar, ¿no?
En esta entrada voy a hablar de Lele pero, sobre todo, de la última faceta que ha mostrado al público: su faceta como cantante de reggaetón.
Seguramente, y sin conocerla previamente, todos veríamos en ella la típica chica rubia exuberante que se aprovecha de tener miles de seguidores para lanzar un hit, como no, de reggaetón y no se espera que el contenido de este vaya más allá de una canción de ritmos pegadizos en cuyo vídeo la mujer aparece “ligerita” de ropa, no dejando de transmitir un mensaje machista que sexualiza y cosifica a la mujer.
Pero en este caso, Lele Pons rompe con todos estos estereotipos y demuestra que es posible conseguir un hueco en el mundo musical del reggaetón sin seguir los estándares que siguen la mayoría de intérpretes, hombres y mujeres, de este género musical y abre paso a la transmisión de mensajes feministas en un tipo musical donde, lamentablemente, esto no es lo normal pero que, por el contrario, ha sido capaz de atraer un gran número de oyentes en todo tipo de plataformas digitales, poniéndose a la misma altura de temas muy conocidos en la sociedad y cuyos mensajes no dejan de ser despectivos hacia la mujer.
La famosa canción de la intérprete se llama “Celoso”, ha alcanzado más de doscientos millones de visitas y tiene un mensaje claro: la mujer es trabajadora y no necesita de un hombre para ser feliz y sentirse autosuficiente.
Toda esta idea se muestra en un vídeo en el que aparece la cantante trabajando en una cafetería pero también muestra cómo puede compaginarlo yendo de fiesta y decidiendo qué hacer en ella, rechazando a todo aquel que se le acerca y demostrando que es feliz bailando ella sola (no necesita de ningún hombre para sentirse bien consigo misma), además, todo este material visual es apoyado con la letra de la canción que lanza mensajes tan claros como: “Yo no soy de ellos, ni tuya tampoco”; “No necesito que me pagues a mí los tragos; tienes dinero pero yo también trabajo”; “Yo sé que tú quieres probar mi piel, no soy de esas lo sabes bien”.
En definitiva, quiero destacar que ejemplos de machismo los encontramos en todos los estilos musicales y que no se debe calificar solamente al reggaetón como tal, pues cada vez, artistas como Lele Pons y como otras muchas cantantes de reggaetón, están haciendo llegar (a un amplio público) mensajes feministas e intentándole dar un giro de 360 grados, demostrando que no es solamente un género en el que triunfan los hombres sino que, las mujeres también están haciéndose un hueco y están llegando para quedarse, dando al género una perspectiva feminista.
A continuación, dejo el enlace de la canción que he puesto como ejemplo y el reciente vídeo de la cantante que ha llamado tanto la atención:
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