Uno de los mayores desafíos actuales es hacer frente al incremento de la resistencia antibiótica, es decir, la capacidad de los microorganismos de sobrevivir en presencia de antibióticos.
Este TFM se centra en desarrollar nuevos medicamentos con mecanismos innovadores, utilizando iones AgI (de plata) gracias a su potencial actividad para impedir el crecimiento de bacterias (actividad antibacteriana) y hongos (actividad antifúngica). Como método de transporte para estos iones se utilizan moléculas de ADN (que presenta una estructura de doble hebra) gracias a su alta selectividad y versatilidad en su tamaño, forma y estructura. Para ello, se sustituyen las moléculas químicas (nucleobases) que forman parte del ADN (llamadas guanina y adenina) por otras similares (7-deazaguanina y 7-deazaadenina). Estas moléculas deaza-ADN son capaces de transportar iones AgI en el interior de la doble hebra de ADN. Así se pueden formar estructuras personalizadas de deaza-ADN con pares de bases mediados por AgI que pueden ser estudiados mediante ensayos celulares. Por tanto, esta estrategia permite dotar a las moléculas de ADN de nuevas propiedades antibacterianas presentes en la AgI sin modificar su geometría, y proporciona una nueva vía de estudio de medicamentos que ayuden a evitar la resistencia antibacteriana.
Palabras clave: ADN; deaza-ADN; iones AgI; nanoestructuras.
Dirigido por: Miguel Ángel Galindo Cuesta
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