Como es sabido, el título en Educación Social prepara al estudiante para la acción-intervención socioeducativa.
Según la memoria de verificación del título, el Educador Social debe “procurar el desempeño de una actividad profesional” para dar respuesta, entre otros ámbitos, a:
– Situaciones sociales y personales.
– Opciones socio-laborales.
En ambos escenarios, la relación con los hechos económicos es patente. Si un colectivo social va a tomar una decisión que afecte a su nivel de ingresos o a su capacidad de gasto, el conocimiento y la comprensión de la situación económica puede ayudar a elegir la decisión idónea.
Cuando se va a tratar con asociaciones de diferente naturaleza y cuando se van a abordar determinadas situaciones personales, el educador social estará mejor posicionado si apoya su estrategia de acción en argumentaciones de tipo socioeconómico que amplíen la perspectiva a tomar en consideración para optimizar la respuesta.
En cuanto al escenario de las opciones socio-laborales, es indudable que un adecuado conocimiento del mercado de trabajo y de la población activa , constituye cuanto menos un deber de cara a satisfacer las soluciones y respuestas en diferentes situaciones. Para atender esa necesidad, resulta clave una formación en determinados contenidos que aglutina la ciencia económica.
En definitiva, dado que la Economía se ocupa de cuestiones que afectan al bienestar de los ciudadanos, el educador social debe contemplar una formación en materia económica que le ayude a implementar óptimamente sus estrategias de acción de cara a la educación de la comunidad.