Javier Marías nació el 20 de septiembre de 1951 en Madrid, en el barrio de Chamberí. Su padre, Julián Marías Aguilera, estuvo en la cárcel y sufrió represalias por el hecho de ser republicano. Además, se negó a firmar los principios del “Movimiento” y se le prohibió dar clases en las Universidades españolas. Así que viajaba con frecuencia a Estados Unidos para trabajar como profesor en las universidades de este este país.
Escritor precoz, guionista, actor y asesor de Alfaguara
Cuando solo tenía 17 años el diario de Barcelona, El Noticiero Universal publicó su cuento “La vida y la muerta de Marcelino Iturriaga”.
En 1969 actuó en la película “Fu Manchú” dirigida por Jesús Franco y escribió el guion del corto Gospel dirigido por su primo Ricardo Franco.
En 1973 finalizó la especialidad de Filología y se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid. En ese momento ya había escrito dos novelas, “Los dominios del lobo” y “Travesía del horizonte”. Por eso no es de extrañar que al año siguiente empezara a trabajar como asesor literario para la editorial Alfaguara.
Javier Marías crea obras que envuelven al lector
El éxito de Javier Marías bien podría medirse por sus legiones de seguidores. Pero también por el lugar que ocupa en la Academia de la Lengua Española y sus innumerables premios.
Entre sus novelas destacan la polémica “Todas las almas”, “Mañana en la batalla piensa en mí” o “Corazón tan blanco”. Tampoco podemos olvidar la más reciente “Así empieza lo malo” o la que publicó con ocasión del aniversario de Faulkner “Si yo amaneciera otra vez. William Faulkner. Un entusiasmo”. Lo más sorprendente de todo es que este escritor ha conseguido ser clásico y se le considera todo un maestro gracias a su cuidada prosa y su amplio vocabulario.
En este caso el título de Rey de Redonda puede tener dos significados. El primero de ellos es que en el año 200 fundó la editorial Reino de Redonda. El segundo es que el Reino de Redonda es un territorio imaginario creado alrededor de la isla deshabitada de Redonda. La idea se atribuye al escritor M.P. Shiel y el rey de dicho territorio se acredita en virtud de sus aptitudes literarias. En este caso existe mucha controversia, pero hay una mayoría que reconoce al autor de “Todas las almas” como heredero de pleno derecho.
Imagen cortesía de mallorcadiario.com
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