Selma Lagerlöf fue una escritora valiente, con comienzos difíciles que consiguió ser la primera en muchas cosas. Para empezar, fue la primera mujer en recibir el Premio Nobel de Literatura en 1909. Pero también fue un fuerte soporte financiero para su hermano Johan durante gran parte de su vida, y la hija pródiga que volvió a comprar las propiedades que su familia había perdido a causa de la crisis económica.
Un préstamo lo cambió todo
Su carrera es uno de los mejores ejemplos de cómo una situación humilde depende en gran medida de las influencias de los otros, de los mecenas y de los préstamos. Su padre no deseaba que Selma realizara estudios superiores ni se relacionara con los incipientes movimientos feministas y sufragistas. En este caso, el hermano mayor, Johan, fue el culpable de que Selma pudiera proseguir sus estudios y trabajar como maestra. Selma era una mujer agradecida y con un gran sentido de la familia. Por eso, cuando Johan emigró a Estados Unidos fue Selma quien le compró el pasaje, y también fue Selma quien, algunos años más tarde, compró los pasajes para que el resto de la familia viajara hasta Estados Unidos.
Los mecenas y protectores también tuvieron un gran papel en la carrera de Selma, como la escritora Sophie Elkan. Sophie Elkan fue una escritora sueca de origen judío a la que se le atribuye un romance con Selma Lagerlof.
Selma Lagerlof, mujer y Premio Nobel
En 1909 Selma ganó el Premio Nobel, pero no este premio no fue una sorpresa. En 1904 ya había recibido la medalla de oro de la Academia y en 1914 se convirtió en miembro de la Academia.
Pero esto solo era el principio, también es la primera mujer que ha aparecido en un billete de 20 coronas suecas, su rostro ha aparecido en varias series de sellos postales, y no solo en Suecia, sino también en la extinta Unión Soviética.
Su trabajo no se olvida en ningún ámbito de la vida. En Sunne, ciudad donde vivió, hay dos hoteles que llevan su nombre y la casa donde vivió es un museo sobre ella, su vida y su obra.
Pero lo que más la habría llenado de orgullo es la existencia del importante “Premio literario Selma Lagerlof” dotado con 100 000 coronas, porque ella obtuvo sus primeros triunfos y patrocinadores presentando su trabajo a un premio literario.