Por Lidia Cachinero Rodríguez

Alicia de Larrocha fue una compositora y pianista catalana del s. XX, muy destacada a nivel nacional e internacional. Comenzó su carrera musical siendo una niña, alumna de Frank Marshall, quien pronto descubrió su vocación y talento y que, junto con sus padres, organizó recitales para ella. Ya en su segundo recital en Madrid, el programa de mano fue redactado por el compositor Joaquín Turina, quien alababa sus cualidades interpretativas siendo aún muy joven. Más tarde, Frank Marshall la dejaría a cargo de la dirección de su academia, heredera de la del compositor Enrique Granados. También hay que recalcar el hecho de que grandes compositores españoles del s. XX como Frederic Mompou o Xavier Montsalvage compusieron piezas exclusivamente para que Larrocha las interpretase.

Compuso, además, un total de cuarenta canciones de infancia y juventud y se conserva una carpeta de esbozos. Pero si hay una labor en la que Alicia de Larrocha se distingue, más allá de sus grandes cualidades interpretativas, es en la difusión del patrimonio musical español fuera de nuestras fronteras. Son remarcables los conciertos realizados en Nueva York en numerosas ocasiones y en cuyo repertorio incluía piezas de Ernesto Halffter, Isaac Albéniz y Joaquín Turina, o en el Carnegie Hall en 1975 con piezas de Manuel de Falla, Enrique Granados, Frederic Mompou o Carles Suriñach, en la universidad de Meryland con un repertorio exclusivamente español, o en otras grandes ciudades como Buenos Aires, París, Tokio, Fort Worth (Texas), Cincinnati (Ohio), San Francisco o San Diego, donde fue capaz de demostrar su virtuosismo, así como la grandeza de las piezas para piano de nuestro amplio patrimonio musical.

Es aquí cuando apreciamos la figura de Alicia de Larrocha como una mujer de éxito, capaz de quebrar toda la ideología de género en torno a la creencia de que un artista virtuoso solo podía ser hombre, traspasando las propias barreras que la disciplina musical imponía a las mujeres y abriendo las puertas a una nueva generación de mujeres intérpretes de éxito. El reconocimiento que Alicia de Larrocha ha recibido a lo largo de toda su carrera musical es, por cuestiones obvias aquí expuestas, evidentemente merecido. Sin embargo, su tarea queda en numerosas ocasiones todavía silenciada en las investigaciones y actividades divulgativas sobre el patrimonio musical español, aún teniendo en cuenta esta doble actividad que la intérprete catalana realizó, no solo exponiendo su claro virtuosismo junto a compositores de la talla de Arthur Rubinstein, sino la clara difusión de un patrimonio musical muy rico y que, sin duda, triunfó en las manos de Alicia de Larrocha. Intérprete, compositora y directora de la Academia Marshall pero, sobre todo, un referente en el ámbito del triunfo de la mujer en la interpretación musical del canon clásico, y una mujer pionera que marcó una nueva senda para la independencia de las mujeres en una época en la que España estaba sumida en un profundo machismo del que aún estamos intentando salir.

Esta entrada ha sido realizada gracias al Arxiú Alicia de Larrocha, aún en proceso de catalogación y digitalización de sus fondos, pero de acceso libre para cualquier usuario y con un amplio catálogo de partituras, programas de mano, grabaciones sonoras y audiovisuales y recitales de la intérprete que, sin duda alguna, facilitan la labor de investigación de la compositora y pianista. Visita su web haciendo clic aquí.

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