Por Jesús Cifrado Marín

Hay una clara diferencia entre hacerse un hueco o que se ceda el paso. Tal vez sea cierto que “todos los caminos llevan a Roma”; sin embargo, hay sendas mucho más enrevesadas y complejas que otras. Las mujeres se han visto obligadas a buscarse su sitio a pesar del enorme peso que supone vivir en una sociedad machista. En la música no ha sido, ni es, menos complicado. Lejos de mencionar a todas las grandes figuras que han conseguido incluir a las mujeres en esta disciplina, ¿qué se puede decir del rap de habla hispana?

 

Actualmente, en este panorama hay una cantidad de mujeres digna de destacar. Haciendo comparaciones, sigue siendo evidente la diferencia entre hombres y mujeres que la sociedad destaca en este género. No obstante, sí hay grandes artistas femeninas como Nathy Peluso o Nicki Nicole; raperas españolas como Anier o Santa Salut. Cantantes que han pasado por críticas destructivas basadas en el género como las de Jermaine Dupri (productor de renombre). El también rapero alegó  en una entrevista ofrecida al programa PEOPLE now que la relación entre música y mujeres era el sexo: “son como strippers rapeando”. A pesar de todo, tienen su puesto en la industria demostrando sus capacidades en métrica, lírica y flow.

El género rap tiene dos vertientes compositivas fundamentales: el rap de estudio y las improvisaciones. Algunos medios hablan del “Fenómeno Nicki Minaj” en el mundo del rap de estudio. En general, las mujeres se pudieron hacer un hueco en el panorama a partir del éxito indiscutible de la artista trinitense. Por otro lado, ¿quién podrá hacer hueco a las mujeres en las conocidas como Batallas de Gallos? Ya tiene nombre y apellido: Sara Socas.

La rapera de Tenerife es la primera mujer en ascender a la liga más importante de las improvisaciones o freestyle: la FMS. Este es un hecho histórico que, por supuesto, ha recordado al mundo (una vez más) el machismo intrínseco en la sociedad. En una entrevista ofrecida para el diario El País afirma sentirse como en la famosa serie Gambito de dama habiendo llegado lejos en un mundo de hombres. El “Fenómeno Sara Socas” posiblemente sea un punto y aparte en la sociedad por numerosos motivos: es la primera mujer en llegar a la FMS, se declaró homosexual (en una sociedad que además de ser machista, es homófoba) y en sus múltiples rimas improvisadas incluye un feroz y efectivo discurso feminista.

Sara Socas es protagonista de un fenómeno que ataca a machistas que quieren hundir a la rapera solo por ser mujer y a homófobos que buscan constantemente criticarla por su sexualidad. Sara puede ser perfectamente “la Nicki Minaj del freestyle”. Este hecho sería muy positivo puesto que su discurso protesta constantemente contra un sistema machista y heteronormativo. Sus seguidores recopilan sus rimas feministas más importantes:

Rimas (o “barras” en la jerga del freestyle), por desgracia necesarias, que responden a otros freestylers cuya forma de improvisar contra Socas es atacando su género, apariencia o sexualidad. Sin embargo, Sara consigue contestar con rimas elocuentes y agresivas mencionando a grandes figuras como Frida Kahlo o Chavela Vargas. Además, defiende a las víctimas de maltrato en Latinoamérica o rechaza la constante hipersexualización de las mujeres.

En conclusión, si los medios hablaban de Nicky Minaj es hora de destacar a Sara Socas. La audiencia es consciente de su potencial y aunque el mundo la quisiera silenciar ella tiene voz de sobra. A pesar de un constante ataque hacia su persona por ser mujer en un género “de hombres” Sara Socas se mantiene en pie. Sus rimas viajan por las redes sociales aumentando así sus seguidores; consiguiendo que su discurso se divulgue entre más gente. Aunque muchos vídeos sean destructivos ensalzando más sus fallos que sus logros, Sara no va a bajarse del escenario. La freestyler ha llegado a la FMS y su figura pasará a la historia.

Sara Socas ha conseguido hacerse un hueco para dejar pasar a todas las mujeres que quieran pasar, a todas las mujeres que son silenciadas por el machismo.

 

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