Por Lorenzo López Peinado

Igor es el quinto álbum de estudio de Tyler, The Creator, rapero estadounidense que a día de hoy, junto a artistas como Frank Ocean, están abriendo la industria del rap a la cultura queer, así como usando sus plataformas para eliminar ciertos roles de género dentro de este tipo de música.

 

La música siempre ha tenido un lugar muy importante como medio de expresión para la denuncia y el empoderamiento, y en concreto el rap siempre ha sido un género destacado por usarse como protesta ante las condiciones sociales y los comportamientos racistas de la sociedad ante el pueblo negro americano. Sin embargo, es sabido que dentro de este género siempre ha habido un gran trasfondo homofóbico.Desde artistas dentro del Gangsta Rap de los 80 como Biggie, NWA, 50 Cent… hasta nuestros días con raperos como Travis Scott o J Cole, entre otros.

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde la aparición del rap, por lo general, siempre se ha intentado dar una imagen de hipermaculinidad, y es que esta masculinidad compulsiva negra es un resultado directo de la incapacidad de los hombres negros de mitigar el sentimiento de inferioridad impuesto por los sistemas de opresión (principalmente la esclavitud) estadounidenses, y es por esto que un cambio de corriente es necesario y al mismo tiempo empoderante dentro del género.

 

Tyler, The Creator resulta un caso interesante por la progresión de su carrera y sus diferentes facetas y personalidades a cada disco que ha publicado. En sus inicios sus letras eran del todo homófobas e insultantes hacia la comunidad LGBTQ+, llegando a mencionar en Goblin (su segundo disco) la palabra “maricón” cerca de 200 veces, y no precisamente como una forma de reapropiamiento de esta palabra, como han hecho otros artistas. Sus discos Bastard (2009), Goblin (2011), y Wolf (2013), son conocidos por ser crudos y directos, y por ello la transición a discos como Flower Boy (2017) e Igor (2019) contrasta tanto.

 

Llegados a este punto encontramos con IGOR, un disco cuya temática sirve para hablar de las relaciones homosexuales, y a la vez continúa explorando la ambigüedad sexual que experimenta Tyler, que ya comenzó en Flower Boy. Se trata de un disco clave en la carrera del artista, que más que rap se podría calificar de R&B (algo que criticó el artista cuando le dieron un Grammy en la categoría de rap). Este universo que crea Tyler nos cuenta la historia de cómo se enamora de un chico con pareja que no quiere salir del armario públicamente, algo que afecta a nuestro protagonista de diferentes maneras como vemos a lo largo de las canciones. El disco tiene tanto canciones de temáticas alegres, oscuras y melancólicas, y su producción resulta indispensable también en el universo sonoro que se nos presenta.

 

Nuestro protagonista nos cuenta al principio cómo se siente en Earfquake, donde empieza a darse cuenta de sus sentimientos y necesita que el chico los confirme también. “You don’t want my conversation, I just need some confirmation on how you feel, for real”, llegando a culparse él mismo por todo lo que pasa. Seguidamente en I Think  y Running Out of Time confirma que se está enamorando de él y quiere estar a su lado, comenzando aquí su obsesión y llevándolo a terrenos más oscuros, tanto en la letra como en la producción: “I need her out the picture, take your mask off, stop lyin’ for these niggas, stop lyin’ to yourself, I know the real you”.

 

Es aquí, a mitad del disco, donde encontramos uno de los cortes más ocuros tanto en letras como producción, con un sonido mucho más agresivo y letras violentas hacia la pareja del chico: “She’s gonna be dead, I just got a magic wand, we can finally be together[…]your other one evaporate, we celebrate”. Tras este arrebato el chico se da cuenta de lo tóxica que es la relación que tienen, y cómo está siendo manipulado, llevándole a un punto de falso orgullo en el que se siente dolido pero no quiere mostrarlo.

 

Por último, en Gone, Gone/Thank U y I Don’t Love You Anymore se nos deja claro que el chico se ha cansado de la dinámica que llevan los dos y sus sentimientos por él ya han desaparecido al no haber hecho nada por mantenerlos a flote, aceptando la situación como es y dejando que la vida siga, o eso creemos, pues en el último corte Are We Still Friends? Intenta recuperarle como amigo y mantenerse en contacto, aunque en realidad la intención es volver con él, devolviéndonos al principio del disco y repitiendo así el ciclo continuamente.

 

Este disco fue un hito contemporáneo en la industria por su reconocimiento y su audiencia, además de consolidar a Tyler como uno de los artistas más relevantes del momento, entre otras cosas por utilizar su plataforma para lograr cambios destacables en su comunidad.

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

  • Elkins, L. (2018). Spitting Bars and Subverting Heteronormativity: An analysis of Frank Ocean and Tyler, the creator’s departures from heteronormativity, traditional concepts of masculinity, and the gender binary. Oregon undergraduate research journal, 13(1). https://doi.org/10.5399/uo/ourj.13.1.2
  • Tyler, The Creator. (2018, 22 enero). FLOWER BOY: A conversation [Vídeo]. https://www.youtube.com/watch?v=WrcwcMIYpQg

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