Por María Pilar Sanz Mengíbar
Maria Teresa von Paradis fue una compositora austriaca que destacó en el clasicismo por ser una gran pianista. Nació en Viena en 1759 y pese a su ceguera viajó por toda Europa dando conciertos y componiendo todo tipo de obras entre las que destacan sonatas, tríos, conciertos y óperas.
Pese a ser ciega desde los tres años, su aportación
al mundo de la música fue crucial para la educación
musical de su época, y sobre todo un gran avance para los invidentes, ya que inventó el musicógrafo, un aparato que permite leer la notación musical en relieve.
Debutó por primera vez ante un público con tan solo once años, cantando el Stabat Mater de Pergolesi y a su vez tocando ella misma su propio acompañamiento en el órgano. Muchos personajes influyentes de la época se fijaron en ella, como es el caso de la Emperatriz de Austria María Teresa, la cual reconoció el gran potencial que tenía la joven y le otorgó una excelente educación musical.
A la edad de 24 años emprendió una gira por varias ciudades de Europa, de la cual nos consta al menos un total de cuarenta conciertos en París, convirtiéndose así en una de las pianistas europeas más reconocidas y destacables de su tiempo. Fue en esta gira donde conoció a la familia de Mozart en Salzburgo, con quienes entabló una amistad, es más, el mismísimo Mozart quedó prendido al conocer su talento, y compuso el concierto para piano en si bemol mayor, K.456 en su honor aunque María Teresa nunca llegó a interpretarlo.
Maria Teresa ayudó a Valentin Haüy (pedagogo francés interesado en la integración de la educación para personas ciegas) a desarrollar un programa de estudio, basándose en los métodos de enseñanza que emplearon con ella sus profesores. No fue hasta 1808 que fundó su propia escuela de música, un lugar donde impartió lecciones de piano, canto y teoría musical a chicas jóvenes y en especial a personas ciegas.
María Teresa inventó el musicógrafo, un aparato que permitía a las personas ciegas leer notación musical a partir del sistema de Braille. La Signografía Musical Braille, popularmente conocida como Musicografía, es un sistema de lecto-escritura creado con el fin de que las personas ciegas puedan escribir y leer notación musical. Este sistema está
formado por las veinticinco letras del alfabeto y las cinco vocales acentuadas, todas juntas representan una escala de treinta notas. Las notas sostenidas se representaban en mayúscula, los bemoles a partir de la mayúscula invertida y las notas becuadro se escribían entre comillas.
Sin embargo, a pesar de que este sistema era bastante complejo e ingenioso, era un tanto impreciso en cuanto a la indicación de la duración de cada nota, y es por esta razón por la que algunos docentes de la escuela de María Teresa, optaron por seguir enseñando música a las personas invidentes mediante la transmisión oral y la memorización de las lecciones.
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