Por José Manuel Jiménez García

Lucía Caruso es una pianista y compositora de nacionalidad argentina, conocida por ser directora artística y cofundadora de la Manhattan Camerata en New York, junto a Pedro Henriques Da Silva, aparte de acuñar el término “música transclásica” y realizar composiciones para el Cine.

Es una mujer que ha ganado numerosos premios, como el ASCAP (Sociedad Estadounidense de Compositores, Autores y Editores), Premios Internacionales de la música portuguesa, a la mejor interpretación instrumental. Es una compositora que ha conocido mundo a través de la música y es un claro ejemplo de superación femenina.

Al igual que también es un claro ejemplo de las diferencias entre mujeres y hombres en la industria musical, especialmente en la música académica. Su experiencia en el ámbito de la composición cinematográfica profesional hizo que se plantearan eestas cuestiones sobre la igualdad de la mujer. Lucía Caruso aclaró en una entrevista de Noticias ONU que “En el cine, en todo lo que es la industria del cine, las mujeres que componen para películas son apenas entre un 2 y un 3 %”. Esta fue una aclaración que alarmó a diferentes instituciones como la embajada de Perú ante las Naciones Unidas y el Foro Internacional de las mujeres, y que por consiguiente llevó a Lucía a reclamar. Dice que el principal problema está en que la sociedad no es consciente de la discriminación que hay hoy día, incluso por parte de las propias mujeres. Resalta que “las mujeres no se enteran de que no hay mujeres compositoras de películas”. Como vemos, gracias a las aclaraciones de la compositora, la sociedad está exenta de conocer el mundo musical en el que viven las compositoras de cine, por esa falta de representación femenina.

La solución que aportaron algunas compositoras ante este problema fue impulsar nuevas iniciativas y buscar otras maneras de difusión.

El caso de Lucía Caruso fue su experiencia en la composición de música de cine para la película llamada “Forte”, acerca de la vida de tres mujeres que cambiaron la perspectiva de la música. De fuerte inspiración le sirvió para adentrarse más a fondo en el terreno e innovar, con la música transclásica. Es un estilo compositivo que mezcla la improvisación con elementos de diversas culturas e incorpora instrumentos del mundo dentro de una variedad de estilos y géneros.

Esto lo realizó en gran medida por el concepto que existe de música clásica actualmente: “cuando la gente habla de música clásica te quedas con los maestros del siglo XIX, del siglo XVIII, y ya estamos en una era distinta con una historia distinta y con una nueva cultura”. Aclara la necesidad de mayor representación de la mujer.

La compositora recalca la necesidad de innovar y que exista una igualdad entre géneros, y que los hombres no se sientan amenazados ante este avance, sino que cooperen y ayuden a que esta balanza se equilibre por completo. En el caso de la Manhattan Camerata, en Nueva York, Lucía es la directora, gracias a sus esfuerzos y con la ayuda de su marido Da Silva que forma parte también de este conjunto y le prestó apoyo incondicional.

En conclusión, este caso me ha parecido interesante, ya que es la experiencia de una persona que ha vivido en ese campo y que ha sufrido suficientes marginaciones a lo largo de su carrera por cuestiones de género. La compositora afirma que paso a paso se irá cambiando este paradigma y resalta cuestiones como que la maternidad y otros casos no son impedimentos para empezar o continuar una carrera profesional. Al final del artículo Lucía Caruso hace un llamamiento a las personas: “Juntas tenemos que hacer el cambio”.

Para más información, véanse los artículos “Mujeres en la música, silenciadas por la desigualdad de género” y “La era de la música transclásica“.

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