Roberto Arlt fue un escritor y periodista argentino autodidacta que con un estilo crítico y mordaz supo reflejar a la sociedad de su tiempo. Se vinculó durante la década del 20 con el Grupo de Boedo, una agrupación intelectual comprometido con la crítica a la sociedad capitalista, lo cual quedó fielmente reflejado en sus obras más destacadas. Aunque un escritor, en cierto sentido, siempre tiene una faceta como inventor en el sentido de creador de historias y personajes, Roberto Arlt quiso ser realmente un inventor en el sentido literal, aunque sus ideas en este sentido no resultasen demasiado prácticas y, ni mucho menos, comerciales. Por citar algún ejemplo, intentó abrir un negocio de una tintorería para perros; elaboró una solución galvanoplástica para metalizar rosas y sus estrambóticas medias irrompibles, fabricadas con caucho, que si bien nunca se corrían, eran completamente inutilizables.
La vida de Roberto Arlt
Robert Arlt nació el 26 de abril de 1900 en Buenos Aires. Su vida estuvo marcada por una relación conflictiva con su padre un inmigrante prusiano llamado Karl Arlt. El trato severo que este le dispensaba lo obligó a dejar el hogar siendo muy joven. Fue expulsado de la escuela a los 8 años, lo cual lo obligó a convertirse en un autodidacta.
Se formó con estudios básicos y se hizo adicto a leer a Kipling, Salgari, Verne, Stevenson y Conrad en bibliotecas populares. Trabajó como empleado en librerías, hojalatero y mecánico en sus inicios. Siendo mayor se dedicó principalmente a ser periodista el cual fue su principal medio de subsistencia.
Cuando se desempeñaba como redactor del diario El Mundo se dieron a conocer algunos de sus cuentos más famosos, tales como El jorobadito y Pequeños Propietarios. No obstante, obtuvo gran popularidad con su columna Aguasfuertes Porteñas, mediante las cuales eclipsó a los lectores con su mirada incisiva de la sociedad porteña.
El Juguete Rabioso que se dio a conocer en 1926 es una de las obras más sobresalientes de la literatura argentina. No obstante, muchos ven en Los Siete Locos de 1929 su relato cumbre mediante el cual describe al hombre común, presionado por la sociedad burguesa.
Los lectores amaron sin dudar su estilo irreverente. No obstante, los críticos literarios se centraron en su estilo desprolijo y en sus insistentes errores ortográficos. Eso no impidió su obra trascendiera hasta la actualidad. Falleció el 26 de julio de 1942 debido a un ataque cardíaco.
Sus obras teatrales
La obra de Roberto Arlt también dejó huella en el teatro. Fue uno de los exponentes que brindaron renovación a este género en Argentina. Sus piezas más destacadas fueron Trescientos Millones de 1932, El Fabricante de Fantasmas y Saverio El Cruel que se estrenaron en 1936.
Sus trabajos reflejaron escenas fantásticas y representativas, que tienen en la mayoría de los casos finales fatales. Fiel a su compromiso con la mirada crítica, cada escena es un reflejo de situaciones humanas y sentimientos conflictivos. Tenían influencias de manifestaciones del Teatro del Espejo o El Teatro Grotesco. Fue un artista digno de ser amado u odiado, pero jamás ignorado.
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