El 31 de Mayo de 2021, en la sección Firmas de XLSemanal, uno de sus autores habituales, Juan Manuel de Prada, publica un artículo de opinión denominado Evolución. Un auténtico panfleto lleno de despropósitos y errores en el que de Prada muestra que no comprende los conceptos de los que habla, que por otro lado un escritor no especialista en este tema no tiene por qué comprender, convirtiéndolo en un ejercicio ejemplar de cuñadismo ilustrado. No estoy seguro de si esto es un caso de lo que se conoce como efecto Dunnning-Kruger, ese fenómeno por el cual cuantos menos conocimientos se tienen sobre un tema menos se comprende lo poco que se sabe sobre él y más se tiende a sobrestimar los conocimientos propios, o algo así. Pero se le parece. O sea, el efecto cuñado.
Aunque se trate de una sección de opinión, las opiniones pierden su validez cuando se basan en falsedades y errores, y el que opina deja de merecer ser escuchado cuando habla de algo de lo que no sabe; la más rancia tradición de barra de bar lo establece desde tiempos inmemoriales: cállate, que no tienes ni puta idea.
Solo algunos ejemplos de los despropósitos del señor de Prada:
- “los avances paleográficos nos depararían multitud de fósiles que demostrarían la existencia de seres intermedios que conectasen los invertebrados con los peces, los peces con los anfibios, los anfibios con los vertebrados completamente terrestres…tales seres intermedios no se han hallado…. no formas intermedias con órganos semidesarrollados que no sean completamente funcionales”.
Es normal que el señor de Prada no conozca el registro fósil, y no sepa que los “seres intermedios”, como él los llama, se han hallado, y de hecho tenemos numerosos ejemplos de ellos, fundamentalmente de grupos de organismos de cuerpos (o elementos corporales, como los esqueletos) duros que fosilizan bien. Son organismos que vivieron en el pasado con características propias de los grupos ancestrales (de los que proceden) y de los grupos derivados (a los que dan lugar). Tenemos “peces” de hace unos 350 millones de años con apéndices que tenían una estructura intermedia entre una aleta (rasgo típico de los organismos acuáticos de distintos grupos algunos de los cuales dieron lugar a los peces modernos) y un brazo o pierna de vertebrado terrestre (como los apéndices de los anfibios, con la misma estructura básica de los brazos y piernas del resto de vertebrados terrestres). Hemos encontrado “aves” con dientes y colas alargadas con huesos en su interior (como los dinosaurios de los que proceden) pero con plumas y largas extremidades anteriores de tres dedos (como las aves modernas). Hay fósiles de extraños peces que en lugar de tener los ojos a ambos lados del cuerpo (como la mayoría de peces) o en un solo lado del cuerpo (como los lenguados que viven recostados sobre uno de sus lados, con los dos ojos mirando hacia arriba), tienen un ojo en un lado y el otro en la parte superior del cráneo, “a medio camino” entre un lado y otro… y muchos más ejemplos…
El cambio en las características de los organismos con el tiempo debido a procesos evolutivos como la selección natural (y otros) no se observa solamente en el registro fósil, que es un hecho, no una opinión. Se deduce de muchas otras evidencias. En la actualidad hemos medido como cambian los rasgos de los organismos conforme cambia su ambiente, y hemos visto que algunos rasgos, como el tamaño corporal y otros, se hacen más grandes o más pequeños en función de lo que el ambiente selecciona actuando sobre la capacidad de los individuos con distintos rasgos para sobrevivir y reproducirse. Una vieja costumbre humana, la de seleccionar que individuos se reproducen preferencialmente en las especies animales y vegetales domesticadas, ha producido cambios espectaculares en períodos de tiempo relativamente cortos en especies como los perros, los gatos o el maíz. Lo llamamos selección artificial, y es un ejemplo de cambio evolutivo, cambio en el aspecto promedio de los rasgos de las especies a lo largo del tiempo, que puede acabar generando nuevas especies.
- “toda mutación azarosa tiende por lo común a deteriorar el código genético, no a mejorarlo.”
Tampoco parece que el señor de Prada tenga claro en que consiste una mutación o que es el código genético. Las mutaciones no tienden a deteriorar el código genético. Las mutaciones alteran las funciones de los genes, y son frecuentemente neutras (no tienen efecto), muchas veces desfavorables pero a veces generan nuevas funciones que pueden ser beneficiosas para los organismos en un ambiente concreto. El código genético no se deteriora con las mutaciones, ya que el código genético es el conjunto de reglas que traducen una secuencia de nucleótidos (las moléculas básicas que forman los ácidos nucleicos) en el ADN o ARN en una secuencia de aminoácidos (unidades básicas de las proteínas) en una proteína. No sabe lo que es el código genético, y dudo mucho que entienda la complejidad de los procesos que denominamos en su conjunto mutaciones, que son de muchos tipos diferentes.
- “Las mutaciones sólo pueden alterar algo que ya existe, no pueden crear nuevos genes ni aumentar la información genética.”
Efectivamente, el señor de Prada sabe poco de mutaciones, que debe de creer que son algo así como lo que le pasa a los X-men. Las mutaciones alteran la información genética y al hacerlo, al cambiar un gen (o varios) pueden generar versiones diferentes de los rasgos, que si funcionan de forma distinta en un ambiente concreto podrán ser objeto de selección natural. Pero además las mutaciones pueden “aumentar” la información genética a través de procesos en los cromosomas, como las duplicaciones, que generan nuevos genes sobre los que después pueden actuar nuevas mutaciones. Igual que hay mutaciones que disminuyen el número de genes, las deleciones, o incluso que aumentan o disminuyen la dotación cromosómica completa.
- “Pero aun en el caso de que se hayan dado mutaciones ‘favorables’, estas no bastan para producir una nueva especie; para ello, son precisas ‘transmutaciones’ del organismo que sólo pueden lograrse en laboratorio. O sea… mediante la intervención de una inteligencia que las provoque y encauce”
Aquí ya la cosa toma tintes dramáticos… nada de lo que existe, las especies actuales, han podido surgir de forma natural, evidentemente, es absolutamente necesario una inteligencia que lo provoque: ya se ve por donde caza la perrilla. La inteligencia que lo provoca en un laboratorio, según de Prada, debe de tener un laboratorio grandísimo y que funciona desde hace muuuucho tiempo para haber generado la diversidad de organismos presentes y pasados. No hay más comentarios, señoría.
- “Y es que el organismo de un ser vivo es un conjunto infinitamente complejo de estructuras integradas e interrelacionadas entre sí que funcionan como un todo, con vistas a un fin; y que, por lo tanto, no puede cambiar por partes. Por consiguiente, para que un cambio significativo en una estructura o en una función sea viable, tiene que cambiar simultáneamente todo el organismo; y, para que esto ocurra, tendría que cambiar toda la información hereditaria, de forma simultánea y sin un solo error. Es decir, debería ocurrir una mutación gigantesca, un reordenamiento radical de todo el genoma, dirigido y especificado hasta en los más mínimos detalles. Lo cual constituye un verdadero milagro… que es precisamente lo que el evolucionismo trata de negar.”
Que los organismos no puedan cambiar por partes es una afirmación que se desmonta con una facilidad pasmosa. Basta con mirar a las especies que tenemos alrededor y ver como hay organismos que tienen distintas versiones de los mismos rasgos, es decir que entre unos y otros hay cambios en algunas partes y no en otras. Desde rasgos sencillos, como el color de los ojos, o de las plumas, hasta rasgo más complejos, como rutas metabólicas u órganos. Un cambio en una estructura o función puede ser completamente viable (o no) sin que tenga porque cambiar todo el organismo ni toda la información hereditaria. Esa es la ventaja de que la información hereditaria venga en “paquetes” llamados genes, que son unidades independientes, aunque se expresen en conjunción las unas con las otras. El señor de Prada está diciendo que una persona no puede nacer con una mutación, como por ejemplo un mayor número de dedos en una mano (polidactilia se llama), sin que cambie el resto del organismo. Es evidente que eso no es así.
Aunque quizás el problema está en que habla de “cambio significativo”, que supongo que se refiere a ese tipo de cambios que nos permitirían hablar de una nueva especie: o sea un pez que nazca con pulmones, cuando sus padres (y el resto de los de su especie) no los tenían, o una gamba con alas que salga volando del mar y se reúna con mariposas y mariquitas. Ciertamente una gamba con alas sería un cambio significativo, una mutación gigantesca que necesitaría de un reordenamiento radical del genoma…; pero es que la teoría evolutiva de ninguna manera postula esto. La significación de los cambios la proporciona el tiempo, la acumulación de cambios, a veces muy pequeños, a veces algo más grandes, a lo largo del tiempo, y el que los nuevos rasgos, o nuevas versiones de los rasgos, aparezcan en linajes que ya han cambiado otros rasgos anteriormente es lo que permite que ahora tengamos gambas con alas, que llamamos insectos. El registro fósil, la anatomía comparada y la genética nos permiten entender esto. Pero el señor de Prada no sabe de registro fósil ni de genética, imagino que de anatomía comparada tampoco sabrá mucho.
- “Pecaríamos de ingenuidad si pensásemos que el evolucionismo es tan sólo una hipótesis científica. El evolucionismo es, sobre todo, un postulado filosófico materialista cuyo objetivo último es negar no la narración literal de los primeros capítulos del Génesis (algo que ya San Agustín nos advirtió que no debía hacerse), sino la intervención divina en la creación de la vida. La Evolución, con mayúscula, se convierte así en la responsable única de toda la historia del universo, una fuerza ciega y mecánica que estaría cambiando constantemente el mundo y dirigiéndolo hacia algo diferente y mejor. He aquí la idea que subyace detrás de las bellas historias de dinosaurios mutantes que tanto nos encandilan.”
Y aquí es donde la perrilla sale definitivamente a cazar…. Y sí, soy uno de esos ingenuos que creen que el evolucionismo es una teoría científica, como la de la relatividad y la de la gravedad, que nos permiten entender cómo funciona nuestro mundo sin necesidad de acudir a explicaciones que no pueden comprobarse. Yo no puedo preguntarle a Dios porque hizo que los animales tuvieran reproducción sexual y anisogamia, lo que tantas alegría y quebraderos de cabeza nos da al mismo tiempo, de hecho no puedo preguntarle a Dios nada de forma estandarizada, repetible y falseable. Pero si puedo hacer estudios estandarizados, repetibles y falseables sobre fenómenos naturales, usando hipótesis y predicciones que pueden comprobar o refutar otras personas para alcanzar conclusiones sobre el fenómeno natural que nos interesa. El trabajo de decenas de miles de personas (por decir una cantidad) proponiendo y comprobando hipótesis y discutiendo sus implicaciones nos ha permitido entender la naturaleza. Esos científicos que demostraron las leyes de la herencia, por ejemplo, y que identificaron y caracterizaron las entidades que se heredan, lo hicieron observando fenómenos naturales, planteando hipótesis y comprobándolas, o bien refutándolas y refinándolas. Hemos avanzado tanto en la genética que somos capaces de cambiar la expresión de los genes o insertar genes de unos organismos en otros. No es ningún ser sobrenatural quien nos ha permitido esto, hemos sido nosotros mismos mediante el estudio científico de los fenómenos naturales; la evolución no es opinable, es un hecho, y las leyes que la explican han demostrado de sobra ser correctas por muy ciegas que le parezcan al señor de Prada. No entiendo porque le molesta tanto ser solo otro animal más producto de los procesos evolutivos; negarlo no va a convertir el pensamiento mágico en real ni las leyes físicas o biológicas en los cuentos de los hermanos Andersen …. O eran los hermanos Grimm??? No, eran los hermanos de Prada… o no? Creo que es mejor no hablar más de la cuenta de lo que poco se sabe…
José M. Parra dice
Menudo zasca al Cuñado…!!!! Muy bien Juanga, y clarito…
Jokin MF dice
Este artículo tiene muchos errores, casi tantos como los de Juan Manuel de Prada. Ambos estan impregnados de ideología, qué es lo único que intentan defender. Es evidente que existen muchos espacios en la ciencia cubiertos por hipótesis que aceptamos como verdaderas, cayendo en el mismo dogmatismos. No reconocer esto es anticientifico, y cuñadismo.