La cita bibliométrica no es un indicador indiscutible de calidad, sino un marcador de la popularidad [1], como la edad lo es de la biología. Existe una lenta transición de la over-ranked science, espoleada por el lema existencialista “publica o perece”, hacia la slow science [2, 3].
El 17 de mayo de 2013 se hizo pública la llamada Declaración de San Francisco sobre la Evaluación de la Investigación (San Francisco Declaration on Research Assessment, DORA) [4], un documento que critica abiertamente el uso de índices de impacto en la evaluación de la investigación y que está siendo apoyado por cada vez más científicos e instituciones.
Coalition for Advancing Research Assessment (COaRA) [5] es una iniciativa para analizar de forma coherente, colectiva, necesaria y global la reforma de la evaluación de la investigación, de tal manera que podamos pasar de un sistema de evaluación exclusivamente cuantitativo de las revistas, a un sistema que incluya otros productos de investigación, otros indicadores, así como narrativas cualitativas que definan las contribuciones específicas del investigador y que valoren todos los talentos académicos y en todas las disciplinas. Existen otras iniciativas para cambiar el modelo de evaluación de la investigación [6].
En 2023, ANECA se adhirió a DORA y COaRA [7]. En 2023 también, la directora de ANECA circuló una carta entre todas las comisiones de evaluación de sexenios [8], para recordarles que, con la ya jurisprudencia existente:
“es el trabajo –la aportación– no la publicación el que ha de valorarse en función de si contribuye o no al progreso del conocimiento, si es o no innovador y creativo o meramente aplicativo o divulgador”
En las instrucciones para los evaluadores de proyectos del Plan Nacional 2022 se recomienda para la valoración del CV del candidato/IP:
“Producción científica: Intentamos valorar la calidad, no la cantidad. En las publicaciones, es importante estimar la contribución personal del investigador, tanto para investigadores jóvenes como para los que están en su etapa más madura.”
Todavía hay mucho por recorrer para transitar de lo cuantitativo a lo cualitativo en la evaluación de cualquier actividad intelectual/profesional, en términos de desempeño y calidad.