Dorothy L. Sayers es muy conocida por su creación de las novelas policiacas protagonizadas por el aristócrata inglés Lord Peter Winsey. Pero su obra es mucho más que esas novelas, fue traductora, ensayista, poeta, dramaturga, estudiosa de lenguas clásicas y modernas y humanista cristiana.
Hija de reverendo y madre soltera
Dorothy nació en Oxford en 1983, fue hija única y su padre, el Reverendo Henry Sayers, tuvo la culpa de que empezara a aprender latín cuando solo tenía seis años. También acompañó a su padre en sus cambios de trabajo y de residencia. En 1912, Dorothy consiguió una beca para estudiar en Somerville College, en Oxford, para estudiar lenguas modernas y literatura medieval. Terminó con honores en 1915, pero como las mujeres no podían obtener títulos universitarios en aquella época tuvo que esperar un poco para ser una de las primeras en conseguir uno.
A los 29 años Dorothy se enamoró de John Cournos, pero no llegaron a casarse. Luego mantuvo una relación con Bill White, con el que tuvo un hijo ilegítimo. Dorothy intentó que no le faltara nada. Durante los primeros años fue criado por su prima y su tía, mientras era considerado como su sobrino para todos los demás.
Dos años más tarde, el 8 de abril de 1926, Dorothy se casó con un periodista escocés, Oswald Arthur “Mac” Fleming. Su nombre periodístico era “Atherton Fleming”, estaba divorciado y tenía dos hijos.
Dorothy L. Sayers, una trabajadora infatigable
A Dorothy nunca le asustó el trabajo duro, y siempre encontró la manera de mantenerse mientras se enfrentaba a todos los prejuicios que en aquella época dificultaban el acceso de las mujeres a un puesto de trabajo.
Su primer libro de poesía se publicó en 1916 como OP. I. En 1918 vio la luz su segundo libro de poemas Catholic Tales and Christian Songs. Los dos fueron publicados por la editorial Blackwell para la que trabajó un tiempo.
El trabajo en el que Dorothy estuvo más tiempo fue de 1922 hasta 1931, como escritora para la agencia de publicidad S.H. Benson.
Pero no podemos dejar de mencionar su importante trabajo en la traducción de la Divina Comedia de Dante, o sus obras religiosas que presentaban la postura anglicana ortodoxa. Tuvieron tanto éxito que en 1943 el Arzobispo de Canterbury le ofreció un doctorado en Teología, pero Dorothy lo rechazó. Aunque en 1950 sí aceptó un doctorado honorífico en Letras de la Universidad de Durham.
Su ensayo Las herramientas perdidas del aprendizaje ha sido muy empleado por académicos en Estados Unidos para recuperar la educación clásica.
Fuente: https://www.theguardian.com