¡Saludos, amantes del estrés por el fin de curso!
… Nótese la ironía.
Desde que empecé a redactar en este blog, me he limitado casi siempre a criticar películas que proyectaban en el cine Kinépolis en versión original, así que he decidido renovar un poco mi repertorio de posting, y he decidido compartir algo de mi filmoteca personal para hablaros de mis cinco películas favoritas, comentarlas un poco y contaros brevemente por qué están en esta lista. Todas ellas, por supuesto, tienen su origen en un país anglo-hablante, lo cual suele ser lo original a pesar de que, en mi verdadero top 5 de películas haya una película española, para sorpresa de muchos. No obstante, este es un blog de filología inglesa y alemana, luego descartamos El Cuerpo, de Oriol Paulo, para este post. También añado que no incluyo sagas largas (El Señor de los Anillos, Harry Potter, Star Wars, etc. Lo siento, María). He aquí las películas que nunca me cansaría de ver y a las que nunca les diría «No» si alguien me ofrece verlas de nuevo, ¡ni qué decir que os recomiendo verlas en versión original! Sea pues, ¡que empiece la primera recomendación cinematográfica del blog!
¡MIS CINCO PELÍCULAS FAVORITAS!
#5 About Time (2013)
Esta película, grosso modo, trata de Tim Lake (Domhnall Gleeson), un chaval de 21 años al que su padre le cuenta un secreto antes de irse a vivir a Londres: los hombres de la familia tienen el poder de viajar atrás en el tiempo en su propia vida. Sí, ya sé que resulta machista esta introducción, pero pido por favor que por un momento obviemos este detalle. Tim decide usar ese poder para perseguir algo que la vida nunca le ha podido dar la oportunidad de conseguir: una novia. Pero no todo es fácil con estos poderes. Algunos cambios pueden generar un efecto mariposa bastante grave, y habrá veces en las que no podrá conseguir que todo salga bien…
He de admitir que no soy fan de las comedias románticas o de las películas románticas en general, pero cuando se trata de Richard Curtis, hago una excepción. Curtis, para aquellos a quienes no os suene, es el director de Love Actually, una película que, en mi opinión, todo el mundo debería ver. Este director tiene una cualidad que me cautiva, y es que sabe plasmar el optimismo y el lado bueno del mundo y la vida en la gran pantalla. Tuve una época en la que cada vez que me sentía mal, veía esta película, y casi me sé los diálogos; por otro lado, y al igual que el protagonista, no hay vez que vea esta película y no me enamore de Rachel McAdams. La banda sonora es genial, incluyendo además a Nick Cave y a Ben Folds.
La historia que cuenta este largometraje tiene mensajes que ojalá tuviesen en cuenta muchas de las personas de mi alrededor. Temas sobre el hacer algo de manera fácil versus hacerlo de la manera correcta, temas de relaciones, temas sobre planificar e improvisar, y mi favorito: temas sobre el aprovechar cada día y cada momento, y en fijarte en las cosas que hacen de este mundo un gran lugar y de esta vida algo que de verdad merece la pena. Dicho de otra manera, esta película ha contribuido mucho a construirme.
#4 Captain Fantastic (2016)
De lo más innovador y llamador al pensamiento y la reflexión, este filme tiene como protagonista a Ben, interpretado por nuestro querido Viggo Mortensen, conocido por hacer de Aragorn en la saga El Señor de los Anillos. Aquí, sin embargo, no se dedica a matar orcos, sino a criar a sus seis hijos en las montañas del Noroeste de Estados Unidos. Ben y su mujer decidieron diez años atrás apartarse junto a sus hijos de la civilización y de la sociedad consumista y acomodada en la que se ha convertido Occidente, y empezaron a criarlos en todos los ámbitos posibles: todos saben cazar, sobrevivir en la naturaleza, cuidarse higiénica y sanitariamente, respetarse, leer, escribir, debatir, argumentar, y saben defenderse en muchísimas materias, desde lengua y literatura hasta filosofía e historia, pasando por física, matemáticas, química y demás. Sin embargo, la familia tendrá que enfrentarse al mundo real cuando se vean obligados, al principio de la película, a volver movidos por el incidente desencadenante: la muerte y el funeral de la madre. Es aquí cuando realmente se darán cuenta de que, a pesar de saber mucho, no saben nada del mundo real.
Señoras y señores, este método de enseñanza al margen del sistema educativo tiene un nombre que siempre he querido usar en alguna conversación, y no ha sido hasta que he empezado a redactar este párrafo que me he dado cuenta de que ahora por fin puedo usarlo: gramática parda. Dios, qué bien sienta.
Como bien dicta mi religión, no pienso hacer spoilers sobre el argumento, sino que voy a preferir recomendaros que la veáis y que os deleitéis con lo que esta aventura y viaje de descubrimiento tiene que mostraros. En muchas ocasiones, las risas están aseguradas, la defamiliaritation de Jonathan Swift se respira en cada gota de ironía envuelta en cada escena y los dilemas éticos que plantea la historia te dejan con el ceño fruncido después de los créditos, pero al mismo tiempo te deja con una sonrisa después de asimilar el filme entero.
Ah, y para mi compañera de blog Flor, he de decirte: tu ídolo de la lingüística sale en esta película cuando le rinden un homenaje muy explícito 😉
#3 Swiss Army Man (2016)
Si no has oído hablar de esta película, es bastante normal, porque no ha salido en España. Si, por el contrario, has oído hablar de ella, en realidad también es normal: causó un revuelo en el festival de Sitges, a pesar de que ganó. Al día siguiente de su estreno en los cines estadounidenses, salió en los periódicos como la película en la que sale Daniel Radcliffe haciendo de cadáver que hizo que media sala se largase mientras que la otra mitad no solo se quedó a verla entera, sino que además la consideró una obra maestra.
Como podréis imaginar, sí: me incluyo en el segundo grupo.
Veréis, Swiss Army Man es la respuesta a la pregunta «¿Puede una película ser escatológica, existencialista, tierna, y al mismo tiempo, muy absurda?» Todo esto a pesar de que sea una pregunta de sí o no, lo cual le añade más absurdez al asunto.
Sin destripar gran parte del argumento, la historia gira en torno a Hank Thompson (Paul Dano), un chaval que ha naufragado en una isla desierta y que se ha quedado sin suministros y no ha encontrado otra solución más que quitarse la vida. Pero cuando está apunto de hacerlo, la marea trae a la costa un cadáver (Daniel Radcliffe). Esto desconcierta mucho a Hank, pero no lo desconcertará tanto como cuando se dé cuenta de que ese cadáver y sus extraños poderes son su mejor carta para poder sobrevivir.
Es muy difícil comentar esto sin entrar en detalles, porque este es el tipo de películas del que cuanto menos sepas, mejor. De hecho, nada me entretiene más que ver a alguien reaccionar ante esta película, porque cada escena te deja el rostro más desfigurado que la anterior; a veces de risa, a veces de admiración, a veces de asco, y al final, todo se junta en posiblemente lo más original que haya visto en lo que llevamos de milenio. La última línea del guión es la misma frase que repiten los espectadores continuamente mientras la trama sigue su rumbo: «What the f***?» Mis dieces a esta película, no solo por lo filosófica que es, aunque sea con métodos poco ortodoxos, sino por el impacto que ha tenido en la sociedad. Casi llega a los Óscars por Actuación y Dirección, como dato curioso.
#2 Crash (2004)
Posiblemente mi película favorita sobre el tema del racismo. Esta obra hace converger las historias de varias personas en la ciudad de Los Ángeles: un policía blanco, veterano y racista; su compañero, también blanco, novato e idealista; una familia negra adinerada; una familia de iraníes propietarios de una tienda; un cerrajero latino; la familia del fiscal del distrito; y más personajes. En parte me recuerda a una película similar, Babel (2006), en la cual también se trata la conexión entre gente de distintas razas, religiones, procedencias y costumbres; sin embargo, esta me gusta mucho más. La banda sonora es preciosa, y el ritmo no pierde atractivo en ningún momento. No es como estas novelas de Ken Follett o George R. R. Martin en las que puedes sentir más atracción por los capítulos de uno o de otro: aquí reaccionas con satisfacción cada vez que hay una transición y te recuerda que estos otros personajes también existen. Algo así como Love Actually, pero sin tanto optimismo ni entusiasmo. De hecho, no todos los hilos argumentales acaban bien. Es una película que te enternece, te destroza, te hace sentir empatía por todo el mundo y le da un subidón a tu capacidad de desarrollar perspectiva. Esto último es lo que considero lo más importante que te puede dar no solo el cine, sino cualquier obra de arte: perspectiva. Conocer el mundo y entenderlo un poco mejor. Yendo un poco más allá, creo que no existe una razón más pura para estudiar filología que no sea el entusiasmo por aprender y conocer sobre todo en sí… es aquí cuando te das cuenta de que es la razón por la que a las Filologías las meten en el saco de «Humanidades».
ANTES DE LLEGAR A LA ÚLTIMA PELÍCULA, QUIERO HACER CIERTAS MENCIONES ESPECIALES:
Y, por fin, después de un buen rato leyendo. aquí llega mi película favorita:
#1 Kill Bill Vol. 1 (2003)
Sí, ya lo sé: no es lo que esperabais.
Os explico: cada persona busca algo distinto cuando ve una película. Algunas personas buscan un buen argumento, otras buscan simplemente desconectar un poco el cerebro con algo de acción, otras buscan una buena banda sonora, otras buscan algo que les haga pensar, algo trascendental como las películas de los hermanos Nolan, otras buscan un buen juego de cámara…
Pues bien, para mí, Kill Bill es una película que nunca me cansaría de ver y que cuenta con la mitad de esas cosas: tiene acción, tiene una banda sonora impresionante, tiene unos diálogos majestuosos, tiene un juego de cámara asombroso (lo cual contribuye a crear la acción), ¡TIENE HASTA UNA PARTE EN ANIMACIÓN JAPONESA! ¡Y luego tiene un argumento…! Bueno, el argumento es simple, pero bien llevado. Es una historia de venganza, pero eso no significa que sea mala (mirad Hamlet, por ejemplo). Hay tres elementos clave que son conocidos como la receta de Tarantino, y esos son diálogos, música y sangre. Tres constantes en un mar de variables que hacen de sus películas algo único. A la gente le suele gustar más Pulp Fiction, pero yo tengo que discernir, y mis razones no se basan en lo que me gusta Japón, sino en cómo de bien han mezclado los elementos en esta historia de dos entregas. Mezclan drama, frenesí, ira, comedia,… En parte sí que me recuerda a Hamlet, porque es algo que también diría de esa obra. Y para más inri, Tarantino le añade ciertos elementos pequeños pero propios que en su momento arrasaron en el Festival Sitges de cine independiente, como no revelar el nombre de la protagonista (al menos hasta la segunda entrega).
La película trata de un personaje al que llamaremos The Bride (Uma Thurman). Su apodo se lo puso la policía cuando la encontraron supuestamente muerta en lo que parecía haber sido una masacre en una iglesia durante una boda. The Bride era miembro de un grupo de asesinos de élite, conocido como el Deadly Viper Assassination Squad, pero dejó ese empleo para llevar una vida normal y casarse. Al enterarse de esto, el jefe del escuadrón, Bill, ordenó que matasen a todos: al novio, al reverendo, a los invitados… incluso a la novia, embarazada además.
Sin embargo, ella sobrevivió y estuvo en coma durante 4 años. Al despertar y contemplar su vientre sin su bebé y recobrar los recuerdos de la boda, decide escapar del hospital y empezar a planear su venganza contra aquellos que le arrebataron su futuro y el de su hija. La película comienza con un fondo negro y la famosa cita en blanco «Vengeance is a dish that is better served cold». Y qué cierto es…
Recuerdo, como anécdota curiosa, que después de vivir unos meses en Japón, mi compañero de casa y yo nos pusimos a ver la peli e intentamos averiguar qué zona de Tokyo es la que sale en la escena de la motocicleta… ¡y descubrimos que estaba a dos manzanas de nuestra casa!
Todas estas películas están en la lista de películas que me han hecho amar el cine. Faltan muchísimas, y no he incluido tantos clásicos como quería, como las obras de Hitchcock, o de David Fincher, o de Billy Wilder, o de Frank Capra, ni por supuesto de Spielberg, pero no les quito mérito en absoluto. Todo esto fue para hacer de este artículo algo corto y ameno, pero no hay nada que no se pueda solucionar con una charla amigable cara a cara. Siempre estoy abierto a hablar de cine y lo sabéis. ¡Lo sabéis! No me queda decir nada más, salvo que si no habéis visto alguna de estas películas, que probéis a darle una oportunidad. No hay orden de preferencia, pues eso depende más de vuestros gustos y géneros preferidos. Y recordad: ¡en versión original siempre suena mejor!
Así pues, me toca despedirme, pero no sin antes dejaros con mi canción favorita de la BSO de Kill Bill, la cual ha aparecido en muchas otras películas después, pero siendo esta la original… De verdad, me pone la carne de gallina casi toda la película, pero esta canción se lleva la palma.
Autor: Ignacio Martínez Pagán
Corrección: Eva Ríos Sánchez
Edición: Ignacio Martínez Pagán y Eva Ríos Sánchez
Fotografías: Filmaffinity e Ignacio Martínez Pagán.
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