La inteligencia artificial (IA) está adquiriendo una importancia creciente como fuente de decisiones en el mundo de la empresa. La inteligencia artificial consiste en la utilización de procedimientos digitales que permiten sugerir automáticamente productos y servicios o identificar problemas o sus soluciones partiendo de unos parámetros generales de referencia. La inteligencia artificial está ya presente en muchos de los servicios que usamos a diario, incluso cuando quizás no somos conscientes de ellos. Por ejemplo, cuando Amazon nos sugiere productos que quizás querríamos comprar (una sugerencia que es cada vez más común en todas las empresas que usan comercio electrónico) está usando un sistema basado en inteligencia artificial para aconsejar un producto en función de tus compras previas y de lo que otras personas han comprado después de comprar lo que tú estás comprando.
La inteligencia artificial tiene aplicaciones en múltiples campos. Además del ya comentado del comercio electrónico, se cuenta con aplicaciones más o menos avanzadas de inteligencia artificial en ámbitos como las finanzas, los seguros, la sanidad, la educación, etc. El funcionamiento general de la mayor parte de las aplicaciones más simples tienen una estructura similar:
1- Identifica un problema en la empresa que resulta importante para su funcionamiento y que puede responderse mejor contando con la experiencia de cómo se solventó en casos previos. Ejemplos: ¿Devolverá esta persona su préstamo?, ¿cuántos accidentes tendrá este potencial asegurado?, ¿qué medicinas pueden ayudar más a este paciente?, ¿qué ejercicios podrían ayudar más a este estudiante?.
2- Se toman ejemplos de situaciones concretas en el pasado y se analiza tanto la situación de ciertas variables relacionadas de partida como la evolución posterior en el problema que se desea analizar. Ejemplo, analizamos edad, ocupación y número de miembros de la familia que tuvieron clientes anteriores de la entidad financiera y observamos si devolvieron o no sus prestamos a tiempo. Similarmente, los síntomas de enfermedad y la situación física general de pacientes anteriores, las dosis de medicina que tomaron y su evolución posterior. En general, cuanto más variables de partida y casos tengamos, mejor funcionará el sistema de inteligencia artificial.
3- Se trata de buscar un sistema estadístico basado en computación que permita predecir el resultado para casos futuros partiendo de datos conocidos en las variables de partida. El sistema necesita entrenamiento con muchos casos previos y también necesita la comprobación de su funcionamiento con los nuevos casos para seguir actualizándolo en el futuro (una forma de aprendizaje continuo).
La utilización de inteligencia artificial a gran escala ha levantado alarmas entre muchos expertos. Los riesgos sobre los que se ha advertido tienen que ver con temas tanto laborales como éticos. La posibilidad de que las personas tengan dificultades para encontrar trabajos en el futuro puesto que un robot podría sustituir y mejorar sus actividades en cualquier ámbito es un aspecto sobre el que se especula continuamente. En el pasado, la revolución industrial mostró que las máquinas sustituyeron parte del trabajo que las personas hacían, pero aparecieron nuevos trabajos que eran desconocidos hasta ese momento. Con la inteligencia artificial, muchos esperan una evolución similar, pero otros temen que robots suficientemente avanzados puedan evolucionar rápidamente para cubrir cualquier nueva faceta. Desde un punto de vista ético, las dudas tienen que ver con la calidad de las decisiones que una máquina pueda tomar sobre temas que son sensibles para las personas, como por ejemplo, cuánto tratamiento y hasta cuándo debe recibir una persona enferma considerando su coste.
En cualquier caso, los avances en inteligencia artificial son exponenciales y no se adivina que vayan a detenerse en el futuro. Al contrario. Si quieres saber algo más sobre el tema, a lo mejor te apetece ver este vídeo en el que Jeff Dean, experto en inteligencia artificial de Google, hace un pequeño resumen de las posibilidades técnicas disponibles y de sus implicaciones. La charla está en inglés, pero puedes conectarle los subtítulos si eso te ayuda.
José Llopis dice
Desde luego, la inteligencia artificial es el futuro. Personalmente, creo que el riesgo de la pérdida de puestos de trabajos no es tan alarmarte. Por supuesto, se perderán puestos, pero también se crearán otros (más de los que se destruyen, según algunos estudios). El problema sería más bien que habrá que formarse para dichos puestos.
Ya que pone el ejemplo de la utilización de datos para predecir el comportamiento de los clientes u ofrecerles determinados servicios, debo decir que esto es lo que supone el mayor problema de la IA para la sociedad: el problema ético de la utilización de datos. Para mí esto no supone un problema ya que pienso que mejora la experiencia del cliente, pero no debemos olvidar que existe un mercado de información de clientes. Actualmente, el usuario debe permitir el uso de sus datos privados, pero siendo consciente, y este es el problema, de que no podrá acceder a los servicios si no lo permite.