La expresión “regulación voluntaria” ha sido muy popular en la última década; sin embargo, suena contradictoria considerando que las leyes son tradicionalmente obligatorias. En este artículo, explicaremos a qué se refiere el concepto de leyes voluntarias, identificamos sus principales ventajas e inconvenientes, y comentaremos algunos ejemplos y su eficacia en el ámbito medioambiental.
Las leyes son iniciativas de los gobiernos para tratar de organizar el funcionamiento de la sociedad y el comportamiento de los distintos agentes que la componen. Las leyes pueden ser «obligatorias» (las más habituales) o «voluntarias» (cuya popularidad ha aumentado en la última década). Las obligatorias se caracterizan porque los agentes afectados no pueden decidir si quieren o no someterse a ellas (ej. la obligación legal de pagar impuestos) y, por tanto, los incumplimientos conllevan multas o penas de prisión. Sin embargo, las leyes voluntarias son regulaciones ofrecidas por los gobiernos para que los agentes afectados pueden decidir participar o no. Los participantes consiguen un reconocimiento de la autoridad correspondiente que, idealmente, puede conllevar ventajas adicionales a los que cumplen (ej. mejor imagen).
Un ejemplo de regulación voluntaria.
El campo medioambiental cuenta con bastantes leyes voluntarias que pueden servirnos de ejemplo. Una de las más populares es el Reglamento EMAS referido a la “participación voluntaria de organizaciones en un sistema comunitario de gestión y auditoría medioambiental” (eco-management and audit scheme, en el original en inglés) (Reglamento 1221/2009 del Parlamento Europeo, que sustituyó uno previo de 2001). Este reglamento es de aplicación directa en toda la Unión Europea y permite que cualquier organización interesada pueda desarrollar un sistema de gestión medioambiental según los requisitos fijados en esa regulación. Cuando la organización completa el proceso de verificación externa de cumplimiento, puede solicitar usar el logotipo EMAS en su información sobre la empresa y comunicar a sus proveedores y clientes al respecto.
Es interesante que la regulación voluntaria funciona de forma parecida a los Códigos Voluntarios privados avalados por asociaciones industriales (ej. programa “Responsible Care” de la industria química), ONGs (ej. programas de “comercio justo” promovidos organizaciones tales como Oxfam Intermon), organizaciones de estandarización internacional (ej. ISO14001), distintos agentes simultáneamente (ej. «International Cocoa Initiative«), o incluso códigos internos de empresa de aplicación a todas sus fábricas y filiales internacionales.
La diferencia principal entre las leyes voluntarias y los códigos voluntarios es que el gobierno define y actúa como garante en las primeras, pero no participa de ninguna forma en las segundas o lo hace como un agente más (en el caso de contar con varios agentes simultáneamente).
Cuáles son las ventajas de la regulación voluntaria.
Las principales ventajas de la regulación voluntaria son tres. 1) La administración pública puede poner en marcha requerimientos más exigentes sin obligar a las organizaciones más atrasadas, pero marcando el camino a las más avanzadas e incentivando con un “premio” a las avanzadas en lugar de un “castigo” a las incumplidoras. 2) La regulación voluntaria suele ser más adaptable a situaciones concretas de empresa y sector. 3) La administración pública no necesita un esfuerzo tan intensivo en el control del cumplimiento porque las organizaciones participantes no son todas y además suelen existir mecanismos de verificación apoyados en terceras partes.
Cuáles son los inconvenientes de las regulaciones voluntarias
Los tres inconvenientes principales de las regulaciones voluntarias son. 1) La propia normativa, y también su cumplimiento, se suele centrar en aspectos simbólicos y no genera cambios profundos en las empresas interesadas. 2) La verificación del cumplimiento suele ser muy relajada, existiendo intereses por los agentes participantes en el sistema en no aumentar en demasía el nivel de exigencia para posibilitar su funcionamiento, pero generando al tiempo un cierto desprestigio del mismo. 3) La mayoría de las regulaciones voluntarias han demostrado ser escasamente atractivas y sólo un porcentaje muy bajo de organizaciones han decidido seguirlas.
Eficacia de las regulaciones voluntarias: El caso de la gestión ambiental
Una revisión de las investigaciones realizadas sobre el funcionamiento de las regulaciones en el ámbito medioambiental nos puede facilitar información de interés (Aragón-Correa et al., 2020). El trabajo desarrollado ha revisado en profundidad los resultados de unas 70 investigaciones publicadas en las mejores revistas académicas del mundo. Las muestras de los estudios revisados, consideradas de forma conjunta, incluyen unas noventa y siete mil observaciones de empresas sometidas a diferentes regulaciones ambientales. Los estudios tienen una especial atención a la situación de Estados Unidos, pero incluyen también empresas en Canadá, China, Taiwan, Australia, Costa Rica, la Unión Europea, e India, entre otros.
El trabajo de revisión indica que las leyes medioambientales obligatorias analizadas han tenido un efecto más fuerte en la reducción de la contaminación que cualquier otro factor analizado, incluyendo una influencia superior a los propios clientes. Al mismo tiempo, las investigaciones no han mostrado reducciones sustanciales generalizadas en la competitividad de las empresas como consecuencia de la puesta en marcha de esas leyes. Sin embargo, la eficacia y credibilidad de las normativas y regulaciones voluntarias ha acabado resultando muy limitado pese a las favorables expectativas iniciales sobre las mismas.
Nuestra conclusión
Las regulaciones voluntarias tienen aspectos muy positivos que conviene aprovechar. Sin embargo, las regulaciones voluntarias de forma aislada no suelen resultar eficaces (pocas empresas las cumplen y el avance de cada una es muy limitado). Merece la pena pensar en la forma en que regulaciones obligatorias y voluntarias pueden colaborar en programas conjuntos. Es el momento de diseñar y revisar formulas imaginativas. Si conocéis, o se os ocurren, iniciativas interesantes, no dudéis en contarnos.
Referencias:
Aragon-Correa, J.A., Marcus, A.M., Vogel, D. (2020): “The Effects of Mandatory and Voluntary Regulatory Pressures on Firms’ Environmental Strategies: A Review and Recommendations for Future Research”, Academy of Management Annals, vol. 14, 1, 339-365. https://journals.aom.org/doi/10.5465/annals.2018.0014
Unión Europea (2020): “Registro en el EMAS”, página web oficial en español de la Unión Europea para el Reglamento EMAS, consultada en enero de 2020, https://europa.eu/youreurope/business/running-business/developing-business/emas-registration/index_es.htm
Más ejemplos de regulaciones y códigos voluntarias variados en:
http://www.euflegt.efi.int/flegt-action-plan
(…esperamos tus ideas …)
Agradecimiento por las imágenes usadas en este post:
- Imagen de la balanza de la Justicia Sang Hyun Cho en Pixabay
- Imagen de la pizarra de Gerd Altmann en Pixabay
- Imagen de cuadrícula de Sandra Schön en Pixabay
Amplificador de señal celular dice
Después del receso económico por la pandemia de Covid 19, todas las empresas deben pensar en la reinvención digital. Ahora más que nunca, el mundo entero necesita que los negocios estén presentes en el ciberespacio. Pequeñas, grandes y medianas empresas satisfagan las necesidades de los consumidores durante el distanciamiento social.