Un estudio de dos investigadores de la Universidad de Oxford ha sido una intensiva fuente de referencia en la última década tras haber concluido que el 40% de los trabajos de EEUU, y por tanto de la mayoría de los paises desarrollados, eran susceptibles de ser sustituidos por robots (Frey y Osborne, 2013). Aunque otros estudios no han ido tan lejos en los porcentajes de sustitución, sí hay un consenso general sobre la imparable y creciente tendencia a que muchos trabajos tradicionalmente desarrollados por personas pasen a ser realizados (total o parcialmente) por robots. En este contexto, alguien podría esperar que las personas, los trabajadores, serán poco importantes para las empresas; sin embargo, la evidencia de las empresas más innovadoras y rentables nos muestra justamente lo contrario. ¿Por qué?
Hay al menos tres razones por las que los trabajadores cualificados son cada vez más relevantes para las empresas:
1- Los trabajadores altamente cualificados son cada vez más valiosos para que la empresa sea capaz de mantenerse al día en los últimos desarrollos tecnológicos existentes y su potencial. Empresas como Alphabet (la matriz de Google), Microsoft, IBM, o Cisco, entre otras mantienen una intensa competencia por atraer a los mejores expertos en las áreas consideradas claves para el futuro desarrollo tecnológico (ej. «deep learning», «inteligencia artificial»). Los sueldos elevados de Silicon Valley y las famosas oficinas amables de las tecnológicas muestran un interés muy alto por retener y atraer a los mejores empleados.
2- Las empresas necesitan personas creativas para desarrollar nuevos productos y servicios en un entorno donde la tecnología y otras empresas se mueven de forma acelerada. La automatización está afectando especialmente a los trabajos rutinarios, aquellos que pueden programarse con ordenes relativamente sencillas. Sin embargo las personas son todavía la fuente más original de innovación avanzada. Mientras que la automatización funciona bien en trabajos conocidos y rutinarios, las personas son especialmente apropiadas para diseñar dónde y cómo se pueden desarrollar avances en el futuro.
3- La capacidad de las personas para empatizar con otras personas, entender sus sentimientos y poder actuar en función de leves matices difíciles de racionalizar, es fundamental para empresas que quieren mantenerse cerca de sus clientes, proveedores y de otros trabajadores cualificados. La simple experiencia de navegar por un servicio de atención telefónico automatizado sin encontrar la forma de resolver un problema fuera de lo común es motivo de insatisfacción tan alto que con frecuencia puede llevar al abandono de la empresa de un cliente (o a su muy alta insatisfacción aún cuando todo el resto del servicio regular se ha producido correctamente). La integración con el equipo de la empresa y la capacidad de liderar personas son también otros aspectos altamente valorados por las empresas en sus procesos de selección. En este contexto, pueden entenderse iniciativas como la Incubadora de Talento de la Universidad de Granada. La incubadora funciona con estudiantes universitarios que ha mostrado un muy alto potencial en algún ámbito (ej. a través de su expediente académico) y se les entrena en habilidades «soft» imprescindibles para alcanzar un mejor potencial en su integración profesional; incluyendo aspectos tales como la capacidad de establecer objetivos para otros, comunicación, motivación y creatividad, entre otros). Me gusta el vídeo que hizo Lola Vidal para este proyecto, en el que yo también participo. Os lo dejo aquí por si os interesa echarle un vistazo.