Por Minghao Wu. Alumno del Máster.

No desayunar se asocia con comportamientos no saludables, una peor calidad de la dieta y un menor nivel de actividad física. Además, no desayunar también se relaciona con un mayor riesgo metabólico, un índice de masa corporal más alto, una mayor circunferencia de la cintura, una mayor insulina en ayunas, un aumento del colesterol y los niveles de lipoproteínas de baja densidad, así como un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y factores metabólicos cardíacos. Saltarse el desayuno puede resultar en una mayor ingesta de grasas, energía y colesterol durante el resto del día, y una menor ingesta de vitaminas, minerales y fibra.

Un estudio realizado en 420 personas obesas que estaban en clínicas de nutrición en España para perder peso mostró que aquellos que comían la comida principal después de las 3 pm perdían menos peso que aquellos que comían más temprano, a pesar de tener hábitos de vida similares. El estudio encontró que por cada hora adicional en el horario del almuerzo, el IMC aumentaba 0.74. Las personas que se saltaban el desayuno y los que comían tarde tenían un mayor riesgo de obesidad que aquellos que desayunaban y almorzaban temprano.

España es uno de los países de Europa donde la cena se sirve más tarde, generalmente alrededor de las 10 pm. Aunque el estudio encontró que el horario del almuerzo, en lugar del desayuno o la cena, estaba relacionado con la eficacia de la pérdida de peso, otras investigaciones indican que comer tarde por la noche puede aumentar el riesgo de obesidad, dislipidemia, hiperglucemia y síndrome metabólico. El desajuste entre el reloj biológico y las comidas (como comer tarde en la noche o trabajar en turnos) se asocia con un aumento del riesgo de diabetes. Por lo tanto, reducir la ingesta de cena puede ser un método eficaz para tratar el síndrome metabólico.

Por supuesto, los horarios de desayuno y cena están influenciados por factores genéticos y culturales. Ajustar nuestros horarios de comida podría ser una medida efectiva para reducir el riesgo de obesidad y trastornos metabólicos.

Bibliografía:

Longo-Silva, Giovana, Priscilla Márcia Bezerra de Oliveira, Anny Kariny Pereira Pedrosa, Jéssica Ribeiro da Silva, Renan Serenini Bernardes, Risia Cristina Egito de Menezes, and Patricia de Menezes Marinho. “Breakfast Skipping and Timing of Lunch and Dinner: Relationship with BMI and Obesity.” Obesity Research & Clinical Practice 16, no. 6 (November 1, 2022): 507–13. https://doi.org/10.1016/j.orcp.2022.10.012.

Lopez-Minguez, Jesus, Purificación Gómez-Abellán, and Marta Garaulet. “Timing of Breakfast, Lunch, and Dinner. Effects on Obesity and Metabolic Risk.” Nutrients 11, no. 11 (November 1, 2019): 2624. https://doi.org/10.3390/nu11112624.

Interacciones con los lectores

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.