ESTUDIO DE PARAMENTOS DEL FRENTE NORTE DEL SEGUNDO RECINTO DE LA ALCAZABA DE ALMERÍA (2020_PU_15).
La Alcazaba de Almería representa un hito en el paisaje y en la cultura almeriense. Se encuentra ubicada en la parte más alta de la ciudad, en su zona occidental, asegurando una posición estratégica de control y visibilidad de la ciudad y los accesos a la misma.
Esta intervención se focalizó en la muralla norte del segundo recinto de la alcazaba, denominado Sondeo 20000. Se documentaron alrededor de 145 m de muralla en su zona exterior por 90 m en su zona interior (esta diferencia responde a las construcciones adosadas al interior del recinto).
La intervención arqueológica se desarrolló durante la segunda quincena del mes de Julio de 2020, bajo la dirección de Pablo Romero Pellitero. Esta intervención se fundamentaba en la recogida de información, el conocimiento de la estratigrafía muraria y la valoración del estado de conservación de los elementos arquitectónicos del sondeo 20000 de la Alcazaba de Almería de cara a la elaboración de un proyecto de restauración.
El exhaustivo análisis de paramentos permitió identificar hasta siete fases constructivas. Se han documentado un total de 557 unidades estratigráficas (UEs) repartidas entre un total de 27 estructuras, agrupadas a su vez en 5 complejos estructurales (CEs). De esta manera se han registrado 14 fábricas diferentes que se encuentran presentes en la muralla norte de la alcazaba, desde restos que parecen adscribirse a un recinto de época califal hasta las grandes reformas y restauraciones de época contemporánea (hasta el 43% de las UEs), especialmente en el siglo XX. Destacar que muchas de estas restauraciones son funcionales (roturas, refuerzos o canalizaciones). Sin embargo, otras actuaciones se relacionan con el embellecimiento de los espacios y están caracterizadas por la primacía de lo estético sobre lo funcional y lo técnico. Un ejemplo se observa en la posición de las aspilleras de la merlatura de la práctica totalidad de las estructuras. El abocinamiento de estas aspilleras se encuentra en la cara externa de las mismas, lo que haría imposible que tuviesen una función defensiva.
EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA MEDIANTE SONDEOS EN LA ALCAZABA DE ALMERÍA (2020_PP_16).
La excavación se planteó ante la presencia de distintas estructuras emergentes que requerían de una interpretación arqueológica que sirviera de apoyo a la redacción del proyecto de restauración. La intervención arqueológica se desarrolló durante la segunda quincena del mes de Julio de 2020, bajo la dirección de José María Martín Civantos.
El área quedó delimitada por las propias características de las estructuras presentes, limitándonos al área existente entre la Odalisca y el camino que desciende al foso y el portillo de la muralla norte. Su forma es irregular, con unas dimensiones máximas de 10 metros de longitud por 8 metros de anchura, con una superficie total excavada de aproximadamente 30 m2. Destaca el fuerte desnivel existente entre la parte oriental, junto a la Odalisca, y la occidental, en el denominado foso, con unos seis metros aproximadamente de diferencia.
La variedad de técnicas constructivas halladas, así como la abundante cantidad de restos murales adscritos a periodos de tiempo distintos, pone de manifiesto la diacronía y la riqueza constructiva del conjunto de la Alcazaba. En el caso del sondeo 21000, resulta una evidencia directa de la presencia de elementos fechables en momentos distantes, con una acumulación de estructuras sucesiva en el tiempo, que podríamos retrotraer a los primeros momentos de Al-Ándalus y al origen mismo de la Alcazaba como recinto fortificado.
El grueso de las estructuras presentes en el sondeo parece corresponderse con momentos posteriores, al menos de cronología almohade o nazarí, con el uso del tapial calicostrado como elemento principal. Se documentó también una importante fase de reforma castellana que pudo estar en uso durante varios siglos en la Edad Moderna y que se encuentra directamente sobre niveles de ocupación nazaríes y almohades
Los niveles de abandono últimos, formados por estratos de etapa contemporánea, nos demuestran la continuidad de usos de la Alcazaba hasta la actualidad. Esto no deja de ser una propuesta y excavación inicial que debe ser apoyada y continuada para comprender realmente las características, relaciones y dataciones de las unidades estratigráficas comprendidas.