La intervención arqueológica realizada por el Laboratorio de Arqueología Biocultural – MEMOLab en el Castillejo de Güéjar Sierra en julio de 2022 ha sido cofinanciada por el Programa de Subvenciones para la Conservación y uso del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico Rural de la Provincia de Granada (PPCA) 2020 de la Diputación de Granada y el Ayuntamiento de Güéjar Sierra.

Dentro de este proyecto se plantearon tres zonas de excavación que han arrojado gran cantidad de información respecto a la fortificación, habitación y reocupación de este yacimiento.

La primera zona intervenida (sondeo 13000) se encontraba entorno a la muralla perimetral del yacimiento, donde se pudo caracterizar la fábrica constructiva, unos cajones de tapial calicostrado con un módulo de 1,50 m de ancho y 0,80 m de alto. A este elemento defensivo se le practicaron distintas perforaciones que nos hablan de su uso como parte trasera de estructuras domésticas que se apoyaban contra la muralla. Igualmente, la excavación en esta zona permitió recuperar material cerámico de una cronología muy amplia, debido a su localización en la parte más baja del cerro sobre el que se erige el yacimiento. Tanto es así, que se encontraron evidencias de un asentamiento de época altomedieval, previa a la gran reforma constructiva tan evidente del siglo XI, por lo que el inicio del uso de este cerro como asentamiento podría ser mucho anterior.

La segunda zona (sondeo 12000) se encuentra junto al punto de acceso al yacimiento, englobando las estructuras más próximas a la gran torre. De estas no se ha conseguido discernir su funcionalidad exacta, por lo que la continuación de los trabajos de excavación sería de gran utilidad. Sin embargo, sí que se han podido estudiar restos materiales que apuntan a que este espacio estaba en uso en época nazarí y fue reutilizado como zona de refugio tanto en la rebelión de los moriscos del año 1499, antes de ser tomada la fortaleza por el rey Fernando I, como en la Guerra Civil española.

Finalmente, en la cumbre del cerro, se emplazó la última zona de excavación (sondeo 11000), actuando en dos de las tres crujías de una gran vivienda con patio central. Gracias a su excavación se pudieron identificar, por una parte, los restos de una muralla anterior a la actualmente conservada, distintas fases de ocupación y reformas espaciales.

La primera fase pudo ser datada entre el siglo VIII y IX gracias a dataciones de C14. Posterior a esta es la construcción de la gran vivienda, cuya ocupación debió de extenderse hasta el abandono en época nazarí. Lo más interesante es que, al igual que en el sondeo anterior, también ha sido posible constatar la ocupación de la revuelta morisca de 1499, siendo este el último momento en el que se usó como vivienda. Como última fase de ocupación del recinto fortificado encontramos la Guerra Civil, habiendo recuperado balas de pistola alemana y de semi automática fabricadas en Sevilla y Toledo, percutidos en todos los casos, al igual que un peine de Mauser español de la Pirotécnica de Sevilla.

Esta gran horquilla cronológica y la riqueza del Castillejo de Güejár Sierra no hace más que poner en relevancia la gran necesidad de continuar investigando este yacimiento único y el entorno histórico y cultural en el que se encuentra, con paisajes aterrazados y cultivos irrigados en Sierra Nevada.