Internet está cada vez más presente en nuestras vidas cotidianas. Sin embargo, no todas las empresas parecen haberse dado cuenta de por qué la existencia de Internet tiene necesariamente que afectar a su forma de hacer negocios.
Es todavía normal encontrar muchas empresas pequeñas y medianas que tienen páginas web simplemente horribles o, aún peor, no tienen ninguna. Con todo, tener una página web es la punta del iceberg. Lo importante es para qué usa la empresa su página web y cómo hace rentable su presencia online. En este contexto, ¿por qué es importante que una empresa sea capaz de desarrollar ventas online?
Algunas empresas tienen páginas web visualmente atractivas que, sin embargo, casi no tienen ninguna utilidad más allá de poder conseguir, con suerte, la dirección de la tienda física.
¿Por qué es interesante que una empresa venda online?
1- Ciertos clientes no pueden, o no quieren, gastar su tiempo desplazándose para comprar. Los clientes rurales podrían parecer especialmente interesados en compra online. Sin embargo, el tamaño, tráfico y ritmos laborales de las ciudades hacen que la compra online sean clara tendencia de futuro también en el ámbito urbano.
2- Cuando el número de opciones en cada producto se han multiplicado, mantener tiendas físicas con una oferta completa de productos es casi imposible tanto por los costes de inventario como por los de espacio físico. Las tiendas online permiten ofrecer toda la gama de productos, opciones y precios que deseemos sin incurrir en esos costes extraordinarios. Es más barato y efectivo mantener un único almacén central desde el que se distribuyen ventas que tener múltiples almacenes parciales que venden a distintas zonas.
3- Es cada vez más frecuente que los clientes obtengan toda la información sobre el producto que deseen comprar de forma online, incluso aunque finalmente lo compren en una tienda física. La propia empresa debe ser la principal interesada en que toda esa información esté accesible online en el formato más agradable y detallado posible.
4- La venta online permite unos conocimientos más directos y rápidos sobre las preferencias de los clientes, su ubicación geográfica, sus problemas con los productos, etc. En la época de big data, el acceso directo al cliente es poder.
¿Quiere esto decir que la compra física desaparecerá? En modo alguno. Al menos, no en el corto plazo. Por múltiples motivos, muchas compras se siguen haciendo físicamente. Nuestro argumento: la tendencia es hacia una mayor importancia relativa de la compra online. No es lógico renunciar a eso.
En una próxima entrada podremos analizar las tendencias en los canales propios o a través de terceros para desarrollar esas ventas online.
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