Cuando se habla de cambio climático, la mayoría piensa que es un tema importante que «alguien» debería pensar, pero pocos se dan cuenta de las implicaciones que puede tener en su propia vida o en la gestión de su empresa. La Unión Europea ha comenzado a destacar la importancia de las «estrategias de adaptación al cambio climático» por las tremendas implicaciones económicas y sociales que pueden llegar a tener en las empresas y la sociedad. Estas estrategias deberían completar a las quizás más conocidas «estrategias de prevención del cambio climático», que han tratado de adoptar medidas para mitigarlo. Pero, ¿qué es el cambio climático exactamente?, ¿por que qué una empresa debería tener una estrategia de adaptación al cambio climático?, ¿cómo puede afectar a su rentabilidad?, ¿hay ejemplos de empresas que las están ya desarrollando?
*** Lo que se entiende por adaptación al cambio climático.
Se entiende por cambio climático la alteración en los patrones del clima del planeta que se viene produciendo de forma acelerada en las últimas décadas y que se traduce, sobre todo, en unas temperaturas medias más elevadas y fenómenos climáticos extremos más habituales. La comunidad científica ha llegado a un consenso enorme sobre el hecho de que estos cambios están provocados por la acción del hombre en general y, en particular, por su consumo de energías no renovables y las emisiones contaminantes relacionadas con las mismas. Los gobiernos han intentado ponerse de acuerdo en distintas ocasiones sobre cómo prevenir estas emisiones y sus consecuencias; no obstante, los resultados han sido muy limitados hasta el momento y las iniciativas suelen ser aisladas e insuficientes. Ante este panorama, no resulta raro que haya aumentado el énfasis en la importancia de adaptarse a un cambio climático que se va imponiendo como una realidad. Las estrategias de adaptación al cambio climático consisten en planteamientos de acciones que permitan responder al cambio climático de forma que se minimice el impacto negativo del mismo, sin agravar las causas que lo provocan.
Este vídeo de la OCDE explica algunas iniciativas internacionales con estrategias de adaptación al cambio climático.
*** ¿Por qué la adaptación al cambio climático es importante para las empresas?
Los cambios en el clima pueden afectar a empresas de múltiples sectores en múltiples formas. Se incluye aquí una lista donde quizás puedes encontrar actividades que te afectan muy directamente:
- El agua será cada vez más escasa (y cara!). Las actividades intensivas en utilización de agua (ej. agricultura o fabricantes de refrescos) deberán competir por este recurso con el de las necesidades mínimas de la población para consumo e higiene; como consecuencia deberán reducir su consumo al máximo. Las empresas y organizaciones gestoras de agua deberán también justificar mejor la eficiencia de sus propias conducciones y garantizar servicios públicos en condiciones de necesidad.
- Los desastres medioambientales por inundaciones, tornados o sequías, entre otros. aumentan cada año. Las compañías aseguradoras necesitarán considerar con mayor detalle y cautela los riesgos que soportan sus seguros por estos temas y, quizás, aumentar las primas.
- Las zonas cálidas, tradicionalmente receptoras intensivas de turismo, pueden tener dificultades para mantener su atractivo y poder dar servicios a poblaciones de consumos estacionales de agua y recursos naturales. La industria turística observa continuamente con atención las implicaciones del cambio climático en zonas de costa (ej. subida del nivel del mar en zonas bajas, más calor o salinidad del agua) y la emergencia de nuevas zonas turísticas.
- Las temperaturas extremas afectan a los trabajadores en el momento en el que desarrollan sus trabajos y están generando una necesidad clara de equipamientos especializados para los empleados en trabajos realizados necesariamente al aire libre (ej. construcción, pesca o minería).
- Los equipamientos especializados capaces de adaptarse a patrones climáticos extremos están ganando en importancia, aún a riesgo de hacer peor el problema en algunos casos. Por ejemplo, la expansión de los sistemas de fabricación e instalación de aire acondicionado en zonas geográficas donde no se consideraban necesarios parece irreversible (ej. en el Norte de Europa), similarmente la instalación de cámaras frigoríficas industriales en zonas de temperaturas bajas tradicionales. En este contexto, y al mismo tiempo, las empresas productoras y distribuidoras de energía necesitan hacer estimaciones nuevas sobre demanda porque además están también detectando un aumento en los consumos energéticos de invierno en zonas tradicionalmente cálidas, cuyos habitantes se quejan de días de frío extremo.
*** Un ejemplo detallado, por favor.
La Universidad de Granada ha culminado un análisis sobre la adaptación de la industria constructora al cambio climático que supone uno de los primeros realizados en Europa sobre esta temática. La financiación del mismo fue concedida por la Fundación Biodiversidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente. Adicionalmente, el proyecto ha contado con la colaboración de la Asociación de Promotores Constructores de España y la Confederación Nacional de Construcción.
El proyecto ha estudiado cuáles son las medidas técnicas más recomendables para construir viviendas ante la certeza del cambio climático y sus implicaciones económicas. El análisis destaca la importancia de las medidas para mantener o mejorar la calidad de vida en las viviendas, pero sin un mayor gasto energético que en el futuro podría convertirse en insostenible tanto económica como medioambientalmente.
Los investigadores, junto con un panel de 16 responsables técnicos del tema en distintas empresas del sector, han realizado cálculos para medir repercusiones económicas aproximadas de las medidas necesarias. En cuanto al análisis coste-beneficio de la adaptación al cambio climático, se estudió como ejemplo la inversión necesaria para la construcción de un edificio plurifamiliar de 4 plantas con calificación energética B. El estudio concluyó que el mejorar ese edificio a calificación A podría permitir al promotor del mismo incrementar su rentabilidad en cerca de un 7% del valor actual neto inicial en escenarios moderadamente optimistas en cuanto a ritmos de venta y precios. Como uno de los investigadores principales de este proyecto, junto con la profesora Dra Nuria Hurtado, debo destacar que las estimaciones económicas realizadas son generales y requieren personalización, aunque ya muy ilustrativas en sí mismas. Los resultados del estudio y las aplicaciones informáticas gratuitas desarrolladas están disponibles en la plataforma web “Sustainability” del Grupo de Investigación en Innovación, Sostenibilidad y Desarrollo Empresarial (ISDE) de la Universidad de Granada.
El 80% de los expertos recomiendan «medidas pasivas» relacionadas con el diseño del proyecto que, teniendo en cuenta la necesidad de adaptarse al cambio climático desde el primer momento, suponen costes por metro cuadrado inferiores a la media del resto de opciones. Adicionalmente, en este grupo, el mejorar el aislamiento de las ventanas y la cubierta del edificio merecen especial atención para conseguir mejorar la eficiencia energética de las viviendas de acuerdo al 87% y 93% respectivamente del panel de expertos consultado. Por otro lado, las «medidas activas» de adaptación al cambio climático tienen en general un mayor coste por metro cuadrado que las pasivas; sin embargo, la utilización de equipos de recuperación de calor ha sido una medida activa elegida por todos los expertos consultados, lo que sugiere que su relación coste/eficiencia puede ser favorable. El estudio también subraya que ciertas medidas no relacionadas directamente con el consumo energético, como las relacionadas con un mejor diseño de la red de utilización del agua en las viviendas, serán también imprescindibles en las viviendas del futuro.
*** Para concluir:
El cambio climático está aquí, pero pocas empresas parecen haberse dado cuenta … Algunas harán beneficios «gracias» al cambio climático. Otras quizás tengan que cerrar. Es importante que la adaptación al cambio climático se haga en una forma ordenada, responsables y que idealmente permita mantener los niveles de bienestar al mismo tiempo que se reduce la presión sobre los factores que provocan el cambio climático.
José Llopis dice
Yo creo que la administración es quien debe dar el primer paso. Me parece que debe forzar a las empresas a cumplir ciertos requisitos ecológicos en sus proyectos e, incluso, a ofrecerles algunos beneficios económicos. Lo mismo para fomentar que los ciudadanos compren viviendas ecológicas: si se reducen los impuestos de estas viviendas, la gente las preferirá.
Muchas veces, el Estado no puede esperar a que la sociedad evolucione por sí misma, y mucho menos si esto le cuesta dinero, sino que debe darle un empujón para provocar el cambio, ya sea con pequeñas obligaciones o con pequeñas ventajas.