El corredor sale, solo; rodará cada segundo lo más deprisa posible, como si en el mundo no hubiera otra cosa más que el tiempo y él. Su victoria no la siente jamás […] Y como en el deporte la resistencia procede de las cosas y no de los hombres, éstos pueden ayudarse mutuamente, incluso aunque luchen entre ellos… […] Porque lo que está en juego en este combate no es saber quién se impondrá sobre el otro, quién destruirá al otro, sino quién dominará mejor ese tercer enemigo común que es la naturaleza.
No, no es el músculo lo que hace el deporte: […] El músculo, por valioso que sea, no es más que una materia prima […] La que se alza con la victoria es una idea del hombre y del mundo, del hombre en el mundo […] la acción del hombre no consiste en dominar a los demás hombres, sino en dominar las cosas.
El deporte permite ilustrar todos los valores morales de resistencia, sangre fría, temeridad, coraje. Los grandes jugadores no son estrellas, son héroes.
(Barthes, 2008, pp. 53, 57 y 63)
Con la lectura de este fragmento de «Del deporte y los hombres» (Le sport et les hommes), una ensayo-guion de Roland Barthes para el documental dirigido por el escritor Hubert Aquin en 1961, inicié hace unos días una reflexión en torno a la Educación Física y a las repercusiones éticas que tiene lo deportivo a través de la imagen que nos trasladan los medios. Fue en la mesa redonda «Actividad física: desafíos del siglo XXI», en el III Congreso Internacional en Investigación y Didáctica de la Educación Física – ADDIJES, celebrado en la Facultad de Ciencias de la Educación de la UGR. Muy agradecido a sus directores, Félix Zurita Ortega, Antonio José Pérez Cortés y Javier Cachón Zagalaz, por la oportunidad de plantear algunas cuestiones que considero fundamentales desde el punto de vista educativo. El inicio con la lectura de esos fragmentos, de un libro con un origen tan antiguo pero que es una joya (el documental también), fue una manera de tomar impulso desde mi territorio, que es la semiótica de la imagen. Los párrafos seleccionados fueron el inicio del debate, dirigiendo el foco hacia los valores de autosuperación y esfuerzo, en su dimensión positiva, así como de individualidad y competitividad en una imagen mucho más criticable desde el punto de vista pedagógico, que ha pervivido desde aquella época hasta nuestros días. El documental y el libro, que bien merecen una reseña aparte, abordan todo un brillante ideario de la época, haciendo referencia a los toros, al automovilismo, al Tour de Francia y, por supuesto, al fútbol, entre otras actividades deportivas.
Haciendo link en esta imagen de la portada (la edición actual es «Del deporte» y no «El deporte»), puede consultarse el original libro de Roland Barthes, no demasiado conocido por salir de sus publicaciones de referencia y de sus temáticas habituales.
Visión crítica
En la mesa redonda, integrada por Paula Silva, de la Universidade do Porto; Carmen González González de Mesa (moderadora), de la Universidad de Oviedo y Miguel Jiménez Martín, de la Universidad de Granada, tuve la oportunidad de lanzar ideas, pero también de escuchar algunos conceptos vinculados a la Educación Física y Deportiva que me hicieron salir de este encuentro con una idea esperanzadora del futuro de esta didáctica, más proclive a la educación para el desarrollo integral, humano e inclusivo, vinculado a la salud individual y social, que a una imagen de un liderazgo más que criticable de los deportistas de élite. Se finalizó, por tanto, superando la visión que nos llega a través de los medios de comunicación, es decir, por la vía de la cultura visual, audiovisual y digital.
En ese foro, que contaba con 600 personas matriculadas nada más y nada menos, el pequeño libro de Barthes me valió para recordar la importancia del mundo deportivo que apasiona a padres y madres, como ejemplo de valores y actitudes, planteando desde una visión crítica algún supuesto, como la posibilidad de que niños y niñas de Primaria aprendan en un entorno en el que puede ser más importante saber cómo ha quedado el Real Madrid que conocer los motivos y repercusiones de la Guerra de Siria. Por suerte, no siempre es así, pero es una realidad en muchas ocasiones. Igualmente, hice referencia al modelo de «ídolos» y «héroes» de lo que es un espectáculo, preguntando (así de antiguo soy) si nuestra referencia es Quini, Cristiano Ronaldo o Messi. Todo ello, revisando los valores de competitividad, ajustados como un guante al modelo capitalista y con conexiones poco ejemplares del deporte de masas con otro tipo de exhibiciones violentas, ya sea en la calle, en las gradas o con una pistola al cinto dentro del terreno de juego. También fue una oportunidad para recordar la enorme influencia y eficacia del patrocinio deportivo, que pude percibir en mi etapa en CAJAGRANADA, además del elemento motivacional que tiene la información deportiva en la formación de periodistas, como he podido constatar en cada promoción de ESCO.
La asignatura más importante, con permiso de las demás
Sin embargo, a pesar de esa alerta en torno a la repercusión mediática de los deportes de élite y las grandes audiencias, fue importante para mí reconocer que la Educación Física es la materia más importante del currículum, con el permiso de las demás (incluidas las de mi área), siempre que su enfoque tenga que ver con la salud, con los hábitos para el bienestar, personal y social, así como con los valores ejemplares de esfuerzo y superación, de trabajo en equipo, de lucha contra esa naturaleza, interna y externa, a la que hacía referencia Roland Barthes. Aunque yo soy de Artes Visuales, debo reconocer que esta línea de trabajo es la que debe protagonizar nuestro aprendizaje, aprovechando su potencialidad educativa, su capacidad ejemplar para que aprendamos a vivir. A partir de ahí, escuché cosas muy interesantes que tienen que ver con ese enfoque.
Me encantó constatar la preeminencia de un enfoque inclusivo, centrado en la salud y dirigido a todas las personas. Es una magnifica perspectiva para una Educación Física en el siglo XXI
Un enfoque inclusivo hacia la salud
Una vez compartido ese argumentario, basado en las dos caras de una misma moneda educativa, me sentí realmente bien por escuchar las palabras inclusión, mayores, empoderamiento, alzheimer, por parte de la profesora Paula Silva, que situaba la enseñanza de lo físico y lo deportivo en un contexto inclusivo, de búsqueda de la salud, de integración de todo tipo de perfiles y de actividad para «todas las personas». Toda esa descripción humana y humanista que es la que, desde mi punto de vista también, debe estar presente en este tipo de enseñanzas. Me encantó constatar, además, tal y como afirmó la profesora de la Universidad de Oporto, que mente y cuerpo son una misma realidad. Es lo fisiológico lo que alberga todo, incluidos nuestros pensamientos. La didáctica de la Educación Física más acertada es, sin duda, la que tiene que ver con la inclusión y la salud.
El liderazgo vacío del deporte-espectáculo, tan integrado en el sistema, contrasta con una visión pedagógica que haga del ejercicio físico una vía para tener una vida y una sociedad mejor, más sana en todos los sentidos
Además, era imprescindible la llamada al auditorio, futuros docentes de este área en muchos casos, realizada por Carmen González, para que tomaran conciencia de la necesidad de trabajar siempre desde la responsabilidad como educadores/as. Junto a estas intervenciones, resulta fundamental la pedagogía desde las emociones y desde la acción práctica, realizada por mi compañero de departamento Miguel Jiménez Martín, que compartió la potencialidad de una experiencia y trayectoria centradas en las personas y apoyadas en el sentido motivador que le confiere la gamificación a la enseñanza. Todo ello, en una mesa redonda que tuvo lugar tras una excelente intervención de Amador Lara Sánchez, profesor de la Universidad de Jaén y concejal de deportes del ayuntamiento de Martos, en la que pude aprender la importancia de la acción y de la creatividad, con un debate interesante en torno a la idoneidad de hacer «muchas actividades y de calidad». Todo un torrente de energía imprescindible para inculcar la pasión por el ejercicio físico y por la naturaleza. Con todas esas ideas, reforcé mi propuesta inicial, incorporando nuevos aprendizajes, totalmente seguro de que el mayor valor de la enseñanza deportiva está en una tarde cualquiera, en un entrenamiento de deporte base, más que en el cliché, tan rígido como poco didáctico, que a veces nos trasladan los medios de comunicación. Frente a la motivación estética o hedonista, del culto al cuerpo, debe primar el bienestar y la salud.
Gestión universitaria desde la Educación Física
Finalmente, también pude lanzar preguntas a gestores/as universitarios/as que proceden del área de Educación Física, en la siguiente mesa redonda, seguro de que su trayectoria vinculada a los contenidos de superación, trabajo en equipo, liderazgo, conocimiento de las personas y, en definitiva, todo lo que tiene que ver con el deporte, constituyen un bagaje que se transforma en competencias y actitudes para desarrollar responsabilidades de gestión en un entorno tan complejo como es la Universidad. Además, hay que decirlo, me da la sensación de que en este perfil hay mucha gente a la que le gusta poco perder, pero que ha tenido que aprender a hacerlo. Y eso es gestionar en cualquier ámbito, ya sea empresarial o educativo: saber perder en determinadas ocasiones. Quizá el trabajo docente sea una gran metáfora del entrenamiento deportivo. Inteligencia emocional, compromiso, resiliencia, implicación y participación fueron algunas de las capacidades que también se mencionaron. Posiblemente, también, esa gestión debería de estar enfocada a una vida saludable, más productiva y menos compleja, donde el estrés no tuviera cabida, pero de todo eso, por su entidad y relevancia, vale la pena hablar otro día. Enhorabuena al congreso, a la escuela de la catedrática de Granada Mar Cepero, al trabajo organizador y a voluntarios/as como Pilar Puertas Molero o Irwin Andrés Ramírez Granizo, que nos atendieron de forma directa entre un equipo mucho más amplio. Participar me ha servido para aprender sobre esta forma de abordar la Educación Física.
matesfacil dice
Excelente artículo. La verdad es que al considerar la Educación Física como una materia donde aprender hábitos saludables y fomentar la superación, el compañerismo y la inclusión, se convierte en una de las más importantes para los jóvenes (si es que acaso no todas son igualmente de importantes). Ojalá, fuese esta la perspectiva con la que se imparte dicha asignatura. Me parece un gran reto, por ejemplo, transformar un torneo en una actividad de compañerismo en lugar de una actividad de enfrentamiento entre los diversos equipos.
escola dice
Muy buen artículo!
De obligada lectura para muchos!!
susana garcia dice
Excelente artículo que explica la gran relacion que ha tenido la educación con el deporte a lo largo de los años. Gracias