Mi llegada a Perú y primeros pasos en el voluntariado
Mi llegada a Perú fue una experiencia muy positiva desde el primer momento. La acogida que recibí me permitió sentirme como en casa, algo que sin duda agradezco muchísimo. La adaptación no ha sido complicada gracias al apoyo de compañeros como Cristian, Will, Giovanna o Paola, quienes me han acompañado en cada paso y me han ayudado a integrarme en el día a día de la organización. Además, con el resto de los voluntarios hemos formado una auténtica piña: compartimos no solo trabajo, sino también vivencias, conversaciones y momentos de ocio que hacen que la experiencia sea todavía más enriquecedora.
Estoy participando en dos proyectos muy interesantes: Fondoempleo y Work4Progress, cada uno con dinámicas diferentes, pero ambos con un gran impacto en la vida de los emprendedores locales.
En Fondoempleo, nuestra labor principal ha sido recoger encuestas para seleccionar a los beneficiarios que recibirán formación y tendrán la oportunidad de acceder a un fondo semilla. Este busca impulsar sus negocios y darles una base más sólida para crecer. Me ha parecido una dinámica muy enriquecedora porque se parece mucho a un concurso de ideas de negocio en el que participé en la UGR. La diferencia es que aquí los emprendimientos no se quedan en un concepto o idea, sino que son negocios reales, con historias y familias detrás, que buscan mejorar su calidad de vida a través del trabajo. Hemos visitado sus emprendimientos y conversar directamente con ellos me ha permitido conocer de cerca sus objetivos, dificultades y estrategias. Este contacto humano me ha marcado mucho, porque me recuerda que detrás de cada proyecto hay personas que luchan cada día por salir adelante. Además, el equipo con el que estoy trabajando es extraordinario Mario, Heidi y Kami son profesionales muy comprometidos que me enseñan constantemente y de los que aprendo un montón.
Por otro lado, en Work4Progress estoy desarrollando la parte más vinculada a la informática. Han considerado que mi experiencia podía aportar valor y me han pedido crear una aplicación para el control de costes e ingresos. El objetivo es que los emprendedores tengan una herramienta sencilla y práctica que les ayude a organizar mejor las finanzas de sus negocios, algo fundamental para que puedan tomar decisiones informadas y sostenibles. Para mí, este reto ha sido muy estimulante, porque combina mis conocimientos técnicos con la posibilidad de generar un impacto real en la vida de las personas. Paralelamente, también he asistido a diversas capacitaciones organizadas por el proyecto. Estas sesiones me han permitido abrir la mente, conocer otras realidades y comprender mejor la situación actual de Perú en relación con el emprendimiento, la inclusión y el desarrollo económico local.
Más allá del trabajo, esta experiencia está siendo un verdadero aprendizaje de vida. Cada día me doy cuenta de nuevas cosas: la importancia de la colaboración, el valor del esfuerzo colectivo y lo mucho que se puede lograr cuando las personas se unen con un propósito común. Estoy aprendiendo a mirar el mundo desde otra perspectiva, a valorar las pequeñas cosas y a reconocer la fuerza de las comunidades que luchan por un futuro mejor.
En resumen, mi llegada y primeras semanas en Perú han sido intensas, motivadoras y muy gratificantes. Me siento afortunado de poder vivir esta experiencia, de aprender de tantas personas valiosas y de poner mi granito de arena en proyectos que tienen un impacto real en la vida de los emprendedores. Estoy convencido de que lo que queda por delante será igual de enriquecedor, y espero seguir compartiendo en este espacio mis avances, aprendizajes y reflexiones.




Continuamos en Perú, con proyectos que avanzan y primeros resultados
Ya estoy super adaptado y, veo cómo los proyectos toman forma. Mantengo la misma sensación de acogida que conté en mi primera entrada: el equipo no solo acompaña, también impulsa. Y con el resto de voluntarios seguimos siendo una piña: trabajamos, conversamos y celebramos cada pequeño avance.
Novedades en Fondoempleo
En Fondoempleo hemos cerrado una etapa importante: ya terminamos las encuestas y empezamos a llamar a las personas seleccionadas que participarán en el programa. La semana que viene arrancan las formaciones en municipalidades como Saylla y Lucre, con contenidos muy prácticos: control de gastos, registro de ingresos y habilidades blandas para fortalecer la gestión del día a día. Me ilusiona especialmente porque siento que estas sesiones serán muy útiles: están diseñadas para necesidades concretas que vimos en campo. Volver a conversar con los emprendedores, ahora con la noticia de su selección, ha sido un recordatorio potente de que detrás de cada negocio hay una historia, un esfuerzo y una familia.
Novedades en Work4Progress
En Work4Progress estoy viviendo mi primer contacto real con el desarrollo tecnológico aplicado al territorio, y me está encantando:
1.
Entrevistas con emprendedores Antes de diseñar o programar nada, quisimos entender de primera mano cómo gestionan su negocio: qué usaban para llevar gastos e ingresos, si es que los llevaban, que les gustaría tener en un aplicativo y qué les gustaría mejorar. Hicimos un formulario para ir recabando información, pero lo que más me sirvió fue las charlas con los emprendedores que daban muchas ideas y cosas a tener en cuenta.
2.
Empezamos a mejorar la aplicación Con esa información, empezamos a construir la app, para que respondiera mejor a sus necesidades. Refinamos pantallas, simplificamos procesos, esto era lo más importante, que fuera simple y fácil de usar para que les fuera útil, y añadimos opciones según los comentarios recibidos.
3.
Generación de la APK y pruebas con usuarios Creamos un archivo instalable (APK), que es como una forma de prueba que se tiene que instalar en los móviles de los usuarios, para poder hacer las primeras pruebas con las personas de la oficina. Es una fase de prueba clave: observamos cómo interactúan con ella, qué entienden fácilmente y qué no tanto. A partir de esas observaciones, mejoramos la experiencia y eliminamos errores.
No todo salió perfecto a la primera —aparecieron pequeños fallos—, pero esa retroalimentación es oro: nos permite afinar la herramienta, simplificar pantallas, mejorar la carga de datos y hacerla más clara y útil para tomar decisiones financieras.
Aprendizajes que se quedan
Más allá de las tareas, cada día confirmo la fuerza del trabajo colaborativo y el impacto de construir soluciones con las personas y no solo para ellas. Escuchar, probar, corregir y volver a probar es un ciclo que, aunque exigente, da resultados muy tangibles.
No todo es trabajo (¡por suerte!). Estoy aprovechando para conocer el lugar: ya visité el Valle Sagrado y el glaciar más grande del mundo, el Quelccaya. Me encanta conversar con la gente, descubrir las historias que hay detrás de cada una y sentir cómo me voy integrando poco a poco. Esta experiencia está siendo muy positiva, tanto en lo profesional como en lo personal.
En resumen, estas semanas han sido de avances: participantes confirmados, formaciones a punto de empezar y una app en manos de usuarios reales. Me siento afortunado por lo aprendido y motivado por lo que viene. Seguiré compartiendo por aquí mis progresos, aprendizajes y reflexiones.






Wasiyki Perú: un hogar para siempre
Han pasado ya dos meses y miro atrás con una mezcla de alegría, nostalgia y gratitud inmensa. No podría haber imaginado una acogida tan cálida ni una experiencia tan completa. Cusco me ha regalado mucho más de lo que traje: me ha ofrecido un hogar lejos del mío, una familia entre los voluntarios y un sinfín de momentos que guardaré siempre.
En Guaman Poma me he sentido cuidado como si fuera uno más de la familia. Cada persona del equipo ha tenido un gesto, una palabra o una sonrisa que me han hecho sentir valorado y querido. Mención especial para Paola, que me ha mostrado la cara más amable de Perú, enseñándome tanto con su ejemplo como con su cariño. Agradezco también a la FSU y a la UGR por hacer posible esta experiencia, que sin duda me ha transformado profundamente.
He aprendido a mirar la vida desde otra perspectiva: a quedarme con lo bueno, a entender que las diferencias nos enriquecen y a disfrutar de cada día intensamente. Este viaje me ha enseñado a reír más, a escuchar mejor y a valorar el poder de las pequeñas cosas: una conversación, una caminata, una comida compartida o una simple mirada cómplice entre compañeros.
En Fondoempleo hemos iniciado las capacitaciones, y ha sido precioso ver cómo los emprendedores, que al principio apenas se conocían, ahora forman un grupo unido, con confianza, apoyo mutuo y mucha ilusión. El contenido de las sesiones es muy potente, pero lo que más valoro es lo que le comenté a Mario un día: “lo mejor de estas capacitaciones son las conexiones que se crean, el conocimiento que se transmite sin darse cuenta.”
Agradezco enormemente a todo el equipo, porque cada viaje al Valle Sur no solo ha sido un trabajo, sino una experiencia compartida llena de risas, aprendizaje, paisajes inolvidables y alguna que otra siesta. Esos trayectos quedarán grabados en mi memoria como parte de una etapa muy especial.
En Work4Progress culminé una de las tareas más emocionantes de todo el voluntariado: terminar la aplicación de control de ingresos y gastos. Fue casi contra el reloj, pero el resultado final fue un producto totalmente funcional, listo para subir a Google Play. No puedo estar más orgulloso.
Nada de esto habría sido posible sin Cristian y Will, que estuvieron ahí en los momentos más duros, cuando el cansancio o el código se me atragantaban. Siempre encontraban la manera de sacarme una sonrisa o recordarme por qué valía la pena seguir. Gracias a ellos, este proyecto no es solo una app, sino una prueba de lo que se logra cuando la colaboración y la amistad se unen.








