En los choques o antichoques (objetos que se separan repentinamente), se conserva la cantidad de movimiento del sistema en una determinada dirección si en esa dirección no existen fuerzas externas, o la fuerza externa neta es nula o las fuerzas externas implicadas no son de tipo impulsivo. En cambio, la conservación de la energía cinética (mecánica pues en un choque «instantáneo» no se cambia de posición/configuración) dependerá del tipo de choque/antichoque. El choque perfectamente elástico es aquél en el que se conserva la energía cinética del conjunto justo antes y justo después del choque. En cualquier otro choque (inelástico), se pierde energía (en forma de calor usualmente) siendo el caso límite el choque perfectamente inelástico o plástico donde la pérdida (o ganancia si fuera antichoque) es máxima.
Una explosión es un ejemplo de antichoque plástico. Otro ejemplo: si dos patinadores que deslizan juntos repentinamente se dan un empujón mutuo de igual intensidad, lo que ocurre es un antichoque inelástico. Si una bola de 1 kg de masa choca contra un bloque en reposo de 1 kg y éste se mueve mientras la bola queda en reposo, el choque ha sido perfectamente elástico (máxima transferencia de energía dentro del sistema). Y si un coche colisiona con una furgoneta que circulaba en una dirección perpendicular quedando empotrado mientras el sistema se desplaza, el choque ha sido plástico.
Justamente, en la resolución de choques/antichoques inelásticos, se recomienda aplicar la 2ª Ley de Newton en forma de cantidad de movimiento a CADA objeto que interacciona. Hay que recordar que, si no existe interacción entre los objetos en una determinada dirección, el estado de movimiento de cada objeto en esa dirección se conserva. En la expresión de la 2ª Ley de Newton aparecerá el cambio de cantidad de movimiento (vector) debido al impulso o, dicho de otro modo, a la fuerza interna que ha sufrido el objeto durante el choque/antichoque por el tiempo que dura el mismo (normalmente muy pequeño, aunque también la fuerza interna suele ser impulsiva). De este modo, si el choque transcurre en el plano, se tendrá un sistema de cuatro ecuaciones escalares (cuatro incógnitas si nos proporcionan las velocidades iniciales y el impulso intercambiado) y que se tiene que reducir a un sistema formado por las dos ecuaciones escalares que se obtendrían de aplicar conservación de la cantidad de movimiento al sistema.