Todo elemento material (dm) de un medio continuo monodimensional (cuerda, columna de fluido) se mueve aceleradamente al paso de una perturbación (onda mecánica). Para ello debe existir una fuerza neta (vertical en ondas transversales, horizontal en ondas longitudinales) que coincide con el gradiente del esfuerzo mecánico local (escalar), multiplicado por el tamaño del punto material (dx) en equilibrio. La diferencia de los esfuerzos a ambos lados del elemento material dm es proporcional al gradiente del esfuerzo. Estrictamente, esto es así para deformaciones longitudinales (tracción/compresión). Para deformaciones cortantes, la fuerza neta coincide con el rotacional del esfuerzo mecánico «vectorizado» (tensor). Si la deformación ocurre en un plano bien definido, el rotacional se expresa como un producto vectorial de un vector director y el gradiente del esfuerzo-escalar.
En un problema de fronteras o discontinuidades (punto matemático) de medios materiales, los esfuerzos (no la fuerza neta) deben ser continuos si la frontera no tiene masa finita (aunque sí infinitesimal). Esto no quiere decir que el elemento material infinitesimal centrado en la frontera no se mueva. En cambio, si la frontera tiene masa, entonces el esfuerzo resulta discontinuo y no se puede suponer que la masa (punto material) tenga una extensión dx. En este caso, la diferencia de los esfuerzos a ambos lados de la frontera será igual o proporcional a la fuerza neta aplicada en el punto-frontera.
La clave está en entender que una frontera es un punto matemático, sin extensión pero en ocasiones con masa, mientras que un elemento material de un medio continuo siempre tiene una masa y un tamaño infinitesimales.